René León
La historia que le voy a contar, tiene dos partes,
pero es un poco larga, y hoy voy a contar la del Gato Mambí, la otra del
Cernícalo Mambí, un día de esto se la cuento. La Historia de los tiempos de la
colonia en Cuba está llena de historias y leyendas, pero de la que voy a
escribir hoy, es una que aunque muchos no la crean, fue VERDAD.
Ese famoso
historiador y político Manuel Martínez Moles, en sus Tradiciones y Leyendas
Espirituanas, nos dejó muchos recuerdos de los tiempos de la colonia. Como es
natural, yo le añado algo mío para darle más sabor. Según Martínez Moles, un
confinado a la Isla de Fernando Poo, Francisco Javier Balmaseda, se le contó a
él.
Nada, que
se puso fatal el pobre gato allá en la villa de Pepe Antonio (Guanabacoa).
Después de hacer el papelazo las autoridades españolas con el entierro del
“gorrión” muerto en la plaza del Palacio del Capitán General, entierro
presidido por el Obispo (no podía faltar), y una caterva de curas borrachones,
pidiendo por el alma del pobre gorrión. Sucede algo muy gracioso para nosotros
hoy en día, pero no para el pobre gato.
Lo que
pasó fue, nada, que se puso fatal el gato, al ver un gorrión que estaba muerto
en la calle, por la patada de un mulo que había pasado y lo había sorprendido
comiendo gusanos, se le ocurrió comerse el “gorrión”. Un Voluntario y una vieja
chismosa lo vieron y fueron a las autoridades denunciando el caso. Un grupo de Voluntarios
fueron a cogerlo.
El gato se
metió en su casa, y al tratar de ponerlo preso, arañó a Sansón Melena,
rompieron muebles los valientes Voluntarios, al fin lo esposaron, le amarraron
el rabo, y custodiado por tan valientes Voluntarios el pobre gato fue para la
cárcel. Uno de los valientes casi pierde una oreja, otro se quedo casi sin pelo,
pues el gato se le subió en la cabeza. Fue una batalla sin igual, el poderoso
venció.
Lo
tuvieron varios días sin comer, ni tomar agua (esto es prohibido por la
Convención de Ginebra). Le cantaron
canciones contra los Mambises, le dijeron injurias, y el gato sin poderse
defender.
Las
autoridades respetuosas del reglamento judicial le mandaron a un cura, creo se
llamaba Antolín, para que leyera sus últimas oraciones (me imagino que el cura
borrachón hablaba el idioma de los gatos). Aparece el juez, la sala estaba
llena, no había nadie en la defensa del gato. Trajeron un descarado que decía
que él hablaba el idioma de los gatos, pidió una bota de vino, que era para
enjuagarse la garganta, y empezó: miaassuu, fffuuuffi, rarara, y cuarenta cosas
más.
El juez al
darse cuenta que era un descarado, lo mandó para la prisión y con la condena de
pagar por el vino que se había tomado. El juez iba a dictar sentencia,
queriendo decir…te pusiste fatal. Llega en ese momento un señor bien vestido, y
le dice al juez, como es natural después de poner con disimulo una bolsa con
unas cuantas monedas en la vestimenta del juez: “Mi gato no es mambí, el ha
acabado con los ratones Mambises que se atrevían entrar en nuestra humilde
casa”. Mi mujer se encuentra enferma, después de lo pasado en nuestra casa, a
la pobre le han dado como cincuenta cocimientos diferentes. El juez volvió a
mirar la bolsa. Se juzgo nuevamente al ex - gato mambí y salió absuelto.
Cuando
vuelve para la casa, el gato no mataba ni a las hormigas y la casa se les lleno
de ratones mambises, cucarachas y cuanto
animalejo podía caminar. Murió dos
semanas después de un ataque del corazón, eso fue lo que dijeron.
El
sinvergüenza del cura Antolín, fue el que despide el duelo. Así se vivía en
aquellos años. Las autoridades cometieron muchos abusos e injusticias contra
los cubanos, recordemos el fusilamiento de los estudiantes de Medicina y otros.
Así, es la vida.
Me ha encantado la historia del pobre "Gato Mambi". Tenia que morir del corazón. Es una historia que cuando se lee, le alegra el dia a uno. Se ve que este León sabe de Historia, y escribir y poniendo cosas de sucosecha, para endulzar lo escrito.Ya voy por el tercer mes que leo la pagina Digital de Pensamiento, y hasta ahora no me pesa. Adelante.
ResponderEliminarJosé
Miami
Soy de Guanabacoa y sali de Cuba via Mexico y llegue en 1970 a E.U. Me gusta leer cosas que traten de Cuba, pero esta historia es muy simpatica y lealegra a uno el alma. El pobre gato debe haber pasado tremendo susto. Cuando estaba en la universidad, tenia un gato de mascota que recogi en el patio, se paso conmigo hasta que me gradue. Despues el y yo nos mudamos para New York, hasta que lo mato un auto. Nunca salia del apartamento.Fue mi mejor amigo. Da pena que los espanoles fueran tan idiotas, pero fue verdad todo lo malo que hicieron, aunque hicieran buenas cosas. Esta pagina me la recomendo una senora que la vio el mes pasado.Esta muy buena.
ResponderEliminarAnthony Williams (nombre americano)
New York
Que gusto poder leer las obras de mi amigo Rene Leon en forma digital!
ResponderEliminarSusan
Charlotte, NC