José Rafa Malém, presidente de la Asociación de Cantineros de Cuba*
Archivo Excelencias
En los primeros meses del año 1805 aparece en el Puerto de La Habana “El Rey del Hielo”, Federico Tudor, un bostoniano que obtuvo en el 1810 un monopolio por 6 años para la venta de este novedoso producto en Cuba. El hielo tuvo una acogida muy grande en la Mayor de las Antillas, y con su introducción se crearon en La Habana las primeras neverías o depósitos que brindaban servicio a los cafés, bares y restaurantes.En los alrededores de la calle Obispo surgen el Café La Bolsa y la Columnata Egipciana, esta última anunciaba la horchata de chufas y el agua de cebada; el Salón H, ubicado en el edificio de la Manzana de Gómez, entre los años 1808 y 1810; La
Pero la célebre Condesa de Merlín, una cubana casada con un oficial francés que vivía en la mansión donde radica hoy el actual Palacio de la Artesanía, fue la que marcó un hito en el desarrollo de la vida de los cafés y bares entre la acaudalada burguesía de la época.
En orden cronológico, mencionaremos aquellos más antiguos y célebres, previos al Siglo XX:
Lonja, que alternaba la “zarzaparrilla imperial” con la ginebra holandesa; y la Fuente de Ricla, que lanzaba a sus clientes el prestigio de sus refrescos de cola.
EL BAR PIÑA DE PLATA, HOY FLORIDITA
Alrededor de 1817, cerca de uno de los portones de la Muralla, conocido por la Puerta de Montserrat, se erigía un típico bodegón. Su nombre original fue La Piña de Plata, el cual conservó hasta la instauración de la República en 1902, en el que pasó a llamarse La Florida. En 1914, comenzó a trabajar la barra un inmigrante cantinero español, Constantino Ribalaigua Vert, nombrado “El Constante”, que pronto convirtió a este lugar en la catedral de la coctelería. Posteriormente se le cambia el nombre a Restaurante Florida y por alguna razón, años más tarde, los propios clientes comenzaron a llamar al asistido bar El Floridita.
FONDA DE LA MURALLA O RESTAURANTE BAR LA ZARAGOZANA
Es probable que este lugar esté entre los bares-restaurante más antiguos de La Habana. Fue fundado en 1830 con el nombre de La Fonda de la Muralla. Más tarde, el zaragozano José Currais, de una familia española afincada en Cuba, adquiría este lugar y con una decoración acorde a lo que representaba fundó La Zaragozana.
BAR DEL HOTEL TELÉGRAFO
El Hotel Telégrafo data del año 1860. En aquel entonces estaba ubicado en la calle Amistad, en Centro Habana. Alrededor de 1888 se traslada a su definitiva ubicación en la populosa esquina de Prado y Neptuno, frente al Parque Central, en la conocida acera del Louvre. Es considerado uno de los más antiguos de Cuba.
CAFÉ ESCAURIZA
En 1843, se levantaba una edificación de dos pisos conocida como Café y Salón Escauriza. Era el principio del futuro Hotel Inglaterra. En ese mismo local se abrió luego el Café El Louvre, lugar de reunión obligatoria para la juventud y antesala de duelos famosos y alegres parrandas. Fue también la sede “del más alto señorío en la que palpitó, como en ningún otro sitio de la ciudad, el sentimiento patrio”. El Louvre cambió su nombre por el de Inglaterra cuando Juan F. Villamil adquirió el establecimiento.CAFÉ TACÓN
Al lado del Teatro Tacón, Prado esquina a San Rafael, se encontraba un café que llevaba el mismo nombre del famoso coliseo. Por las tardes se colocaban sillas en su frente y habitualmente era el sitio más concurrido del paseo. Allí hoy se levanta el Gran Teatro de La Habana.
BAR DEL HOTEL MASCOTTE O LUZ
La casa perteneció a la familia Luz hasta el año 1845. Luego sus nuevos propietarios la dedicaron al lucrativo negocio de hotel, al cual nombraron Mascotte. Más tarde, otros dueños le pusieron el de la familia que la había habitado, y fue el Hotel Luz uno de los más conocidos y de más intenso movimiento.
BAR RESTAURANTE MESÓN DE LA FLOTA, DEL HOTEL SANTA ISABEL
Convertido en hotel a partir de 1867. Otrora mansión de los condes de Santovenia, sigue siendo uno de los lugares preferidos por quienes deciden admirar la ciudad desde su historia. El hotel funcionó como tal solo por espacio de 20 años a partir de su fundación, pero en su tiempo fue considerado como el mejor de la ciudad.
BAR RESTAURANTE GRAND PARÍS
En el año 1870 Eduardo Chaix funda este restaurante en la calle O’ Reilly entre Mercaderes y San Ignacio, en La Habana Vieja, frente a la antigua Universidad de San Gerónimo, del cual fue propietario Alfredo Petit, desde 1903 hasta 1932.
BODEGÓN DE ALONSO, HOY PRADO Y NEPTUNO
Fue edificado en el siglo XIX. Con el tiempo esta bodega, que era de madera, se derrumba y en su lugar construyeron el actual edificio. En 1899 pasa a ser el Café de las Columnas y en 1939 se convierte en el Restaurante Bar Miami. En la década del 80 se convierte en el Restaurante Caracas, luego Budapest, y tras una renovación vuelve a nombrarse Caracas. Por último, es llamado Restaurante Prado y Neptuno.
BAR DEL HOTEL PASAJE
El Hotel Pasaje era un edificio de dos plantas construido hacia 1871, en lo que se llama el Paseo del Prado. Se termina en 1876 y fue la primera instalación hotelera construida especialmente para este fin. Contaba con un bar muy reconocido y frecuentado por personalidades de la política.
BAR DEL HOTEL FLORIDA
Abrió sus puertas en 1885. Ubicado en el centro de La Habana Vieja. Su buen gusto y atractivo seductor lo convirtieron en uno de los más reconocidos de la capital desde los años 10´ hasta la década de los 40´. Allí quedaban satisfechas las exigencias de la refinada clientela que buscaba deleite en el bar, donde oficiaba Emilio González, uno de los bármanes cubanos más famosos de principios del siglo XX.
BAR DEL HOTEL EDÉN, DESPUÉS TROTCHA
El sitio escogido por el catalán Buenaventura Trotcha para levantar este hotel se ubicó en el tramo que hoy corresponde a Calzada entre Paseo y 2, en el Vedado. Quedó inaugurado a finales de 1886. En este existía una cantina o bar que le brindó servicio exquisito a muchas personalidades de la época.
BAR DEL HOTEL BISCUIT
Situado en la esquina de Prado y Cárcel, era un punto de reunión de cocheros. De esta esquina partía una diligencia que llegaba hasta el Wajay, condición que dio lugar a que aquí se creara el primer cóctel cubano nombrado El Tren.
*Fragmentos del libro Un brindis por mi Habana.
Havana Bars that Made History
In the early months of 1805, “El Rey del Hielo” (The Ice King) showed up in the Havana harbor. His name was Frederick Tudor, a Bostonian who in 1810 got the green light to sell ice in Cuba for six years. Ice was welcomed like a king on the largest Caribbean island and its introduction prompted the creation of the first cold stores and iceboxes that started providing their services to cafés, bars and restaurants.
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