Publicado por Derubín Jácome
En Cuba, durante la colonia, había dos categorías de españoles: los que habían nacido en España, a los que se llamaba “peninsulares”, y los que habían nacido en la Isla, es decir, los “criollos”.


Aunque ante la ley los criollos eran considerados españoles, en la práctica no se les consideraba iguales. Desde el inicio de la colonia hubo tensiones entre criollos y peninsulares. Los segundos decían que las condiciones climáticas de América degeneraban el cerebro y mente de los europeos y por eso los criollos no eran tan capaces como ellos. Los criollos, sin embargo, insistían en que eran iguales y tan leales a la Corona como cualquier español.
Al principio de la Colonia, a los “mestizos” no se les reconocía como tales. O se les tomaba por españoles o por indígenas, sin ser aceptados totalmente dentro de ningún grupo. Por eso, muchos padres de mestizos pagaban para que en el acta de nacimiento de sus hijos se les calificara de “español”. Algunos mestizos fueron educados como caballeros y damas españoles, porque la Corona consideraba humillante que un hijo de español fuera educado entre los naturales de la Isla.
La mayoría de los mestizos era considerada “gente vil” y se les negaba el derecho de ocupar cargos reales, eclesiásticos o municipales. Por ello, el papel de los mestizos en la Colonia fue desde un principio un factor de inestabilidad, pues no tenía un lugar definido en la sociedad de su tiempo.
En Cuba también los esclavos se les “clasificaba” y no precisamente por su origen, lo que pienso que hubiera complicado aún más este asunto, ya que llegaron Mandingas, Yolofes y Fulaces; Gangaes, Congos, Lucumíes, Carabalíes, Longobáes, Maní, Quisí, Minas, Suamos, Bibí, Brícamos, Motembos, Musundis, Mombasas, Sacuaes y de otras comarcas.
Simplemente se les llamaban “bozales” o “de nación” a los nacidos en África, que no hablaban español, pero si además se les consideraban muy torpes, entonces les decían “bozalones”. Cuando aprendían la lengua de sus amos se les daba otro nombre: “ladinos” y eran más valorados pues tenían la capacidad de entender las órdenes de su dueño. A los niños en su adolescencia se les llamaba “muleques” y cuando dejaba de ser adolescentes, pasaban a ser “mulecones”. Los hijos de esclavos, nacidos en Cuba, recibían el nombre de “criollos” y a sus nietos se les nombraba “rellollos”.
“Coartado” era el esclavo que poseía libertad parcial, y así se llamaba hasta que con sus ahorros pagara la libertad a su dueño, y “emancipado” era el negro que era capturado por un barco inglés autorizado a entrar en Cuba, siendo puesto bajo la protección del capitán general hasta que fuera declarado libre, no sin antes realizar trabajo forzado durante varios años.
Por si todo esto fuera poco, a las personas que racialmente fueron el resultado de mezclas de distintas razas se les denominó “castas”. Este heterogéneo grupo tuvo el mismo problema social que los mestizos. Si no se les podía ubicar claramente dentro de algún grupo racial, eran negados y discriminados por unos y otros.
CUBA – LAS CASTAS

Es fácil imaginar la confusión que traería el encuentro de culturas en nuestro continente y la inevitable mezcla y remezcla entre todas ellas. Producto de ello, resulta interesante ver que desde principios del siglo XVIII aparece en el arte la “pintura de castas”. Es decir, pinturas e ilustraciones que representan a personas de acuerdo a su clasificación racial.
En La Habana el 14 de noviembre de 1842, aparece publicado lo siguiente:
“…Del encuentro de tres razas en este mundo nuestro, salieron las castas, que las preocupaciones sociales clasificaron minuciosamente, de las cuales se ocupó más de una vez el legislador…”.
He aquí, una de estas antiguas clasificaciones:
De Español con india, sale MESTIZO
De Mestizo con española, sale CASTIZO
De Castizo con española, sale ESPAÑOL
De Español con negra, sale MULATO
De Mulato con española, sale MORISCO
De Morisco con española, sale CHINO
De Chino con india sale SALTA ATRÁS
De Salta atrás con mulato sale LOBO
De Salta atrás con india, sale CHINO
De Chino con mulata, sale LOBO
De Lobo con mulata, sale JÍBARO
De Jíbaro con india, sale ALBARRAZADO
De Cambujo con india, sale ZAMBAIGO
De Zambaigo con mulata, sale CALPÁN MULATO
De Calpán mulato con Zambaigo, sale TENTE EN EL AIRE
De Tente en el aire con mulata, sale NO TE ENTIENDO
No Te entiendo con india, sale TORNA ATRÁS
De Indígena con negra sale ZAMBO
De Negro con zamba sale ZAMBO PRIETO
De Español con morisca sale ALBINO
De Albino con blanca sale SALTA ATRÁS O SALTAPATRÁS
De Indígena con mestizo sale COYOTE O CHOLO
De Mulato con indígena sale CHINO
De Español con coyote sale HARNIZO
De Coyote con indígena sale CHAMIZO
De Chino con indígena sale CAMBUJO
De Lobo con china sale JÍVARO
De Jívaro con mulata sale ALBARAZADO
De Albarazado con negra sale CAMBUJO
De Cambujo con indígena sale SAMBAIGO
De Sambaigo con loba sale CAMPAMULATO
De Calpán mulato con cambuja sale TENTE EN EL AIRE

Como podrán observar, hay algunas castas que podían ser resultado de mezclas diferentes, por ejemplo se le llamaba CAMBUJO, tanto si se era hijo de chino con indígena o de albarrazado con negra. O ser un SALTA ATRÁS si tus progenitores fueran un albino con una blanca o un chino con una india… Estoy seguro que toda esta clasificación debió desaparecer cuando tuvieron que hacer un censo… ¿Se imaginan?
Al menos en el “Diccionario provincial casi razonado de voces Cubanas” de Esteban Pichardo, publicado en 1849, ya no aparecen ni siquiera la mayoría de estos términos.
Pero de lo que no tengo duda es que de todas estas mezclas ha surgido una “raza” indiscutible: la cubana. De la que nunca se dejará de hablar…
José Martí, en el artículo “Mi raza” publicado en el periódico “Patria” del 16 de abril de 1893, escribiría:
“….Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro. Cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro… Los hombre verdaderos, negros o blancos, se tratarán con lealtad y ternura, por el gusto del mérito y el orgullo de todo lo que honre la tierra en que nacimos…
CUBA EN LA MEMORIA 24/03/2016