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sábado, 15 de noviembre de 2014

A 143 años del Fusilamiento de los Estudiantes de Medicina el 27 de noviembre de 1871

Recuerdos del Ayer



René León 

Recuerdo cuando joven los preparativos que se hacían en La Habana para honrar a los Estudiantes de Medicina, fusilados el 27 de noviembre. Era un día de holganza nacional, se puede decir. Las escuelas iban preparando un desfile en cada ciudad, adonde venían estudiantes de las ciudades cercanas, para honrar y recordar aquellos que perdieron su vida en noviembre de 1871. Se hacían actos conmemorativos en las escuelas, en la Universidad de La Habana. Se hacían representaciones teatrales en algunas escuelas. Ese día se puede decir era de Duelo Nacional. Por la Calzada de San Lázaro, el Malecón, por el Prado, se reunían las escuelas, y en un desfile de respecto se dirigían, para cumplir con el deber de estudiantes y cubanos, hasta el muro de la Explanada de la Punta, lugar donde fueron fusilados los estudiantes en 1871. En ese lugar se veían las huellas de las balas de los españoles en el pequeño muro. Con los estudiantes desfilaban los veteranos de nuestra guerra de independencia y familiares de las víctimas de los fusilamientos. Se leían allí poemas de Martí. Hablaban figuras de relieve de nuestra patria. Manuel Sanguily, Varela Zequeira, y otros. Se soltaban palomas blancas, que significaba la pureza de aquellos jóvenes fusilados. Nuestro Himno Nacional, se oía en toda aquella explanada de la Punta. Era un Día de Recuerdo y Honra a aquellos jóvenes. Pero ésa era la Cuba de Ayer, no la de hoy.

España volvió a manchar su honor con la sangre de inocentes, pero eso no era nada nuevo para ellos. Fue un acto de cobardía por la jauría de VOLUNTARIOS, y sus secuaces. Con la falsa acusación de que habían profanado la tumba de un cobarde periodista que había muerto en duelo en Cayo Hueso. Falsa acusación que al pasar los años se probó que fue calumniosa.

Nadie levantó su voz en su defensa; los familiares fueron perseguidos por los Voluntarios. Los cobarde siempre actúan así. Familias españolas de la burocracia colonial, como los Zulueta, Torriente, Ruiz de Gámiz, López, que sus fortunas habían sido del sacrificio de los esclavos y cubanos lo consentían. Había que mantener contentos a los Voluntarios derramando sangre cubana, no importaba la edad. Fue así que se inventó la patraña de la profanación de la tumba Gonzalo Castañón, director del periódico “La Voz de Cuba”, favorito de los Voluntarios.

El cónsul de los Estados Unidos, en La Habana, Mr. Henry C. Hall, nada dijo, mantuvo su boca cerrada, no importaba, era sangre cubana, a Washington no le importaba. El secretario de Estado Hamilton Fish era enemigo de los cubanos, y el presidente Grant, oía sus consejos. Fish se sabía simpatizaba con España. Su yerno Sydney Webster trabajaba para la Legación de España. Los principales inversionistas españoles azuzaban a los Voluntarios, había que mantener a Cuba fuera del círculo de España. 


El honesto capitán español Nicolás Estévanez 
Murphy rompió su espada, renunció a su carrera 
y abandonó Cuba tras el fusilamiento de los estudiantes.

La situación en La Habana, y Matanzas era de anarquía. El bergantín norteamericano “Georgia”, que venía de Baltimore a Santiago de Cuba, fue atacado en alta mar por el crucero español “Isabel la Católica”. En estas ciudades los Voluntarios atacaron los negocios de extranjeros con nombre en inglés. Cincuenta prominentes familias habaneras, fueron llevadas a Isla de Pinos, para evitar derrama miento de sangre. John Nenninger, cónsul de Suecia, ciudadano norteamericano y gerente de una casa comercial, fue conminado para vender su negocio y salir de Cuba.

El colmo fue que el cónsul Mr. Hall se expresaba de las grandes cualidades de los oficiales españoles en la ciudad. Hay que ser descarado de hijo de…. El 1 de diciembre de 1871, el crucero “Terror” de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, ancló en la bahía habanera. El cónsul Mr. Hall envió uno de sus asistentes Mr. Joseph S. Raphel, al Cementerio de Espada a examinar la tumba de Castañón, y el mismo le había informado que el cristal estaba intacto, por lo que los estudiantes fusilados y los enviados a la prisión eran I N O C E N T E S. Pero ¿acaso esto hizo cambiar la política de Estados Unidos? No, ellos siguieron manteniendo relaciones con los asesinos como si nada. Lo único que hizo Estados Unidos, fue reclamar a España que pusieran en libertad a los estudiantes detenidos. España reconoció con dignidad el abuso cometido en Cuba contra los estudiantes. Mandaron a retirar de Washington al ministro plenipotenciario Sr. López Roberts de Washington. 

Sepultura inicial de los estudiantes de medicina

Aquel fusilamiento demostró el odio de los Voluntarios contra el pueblo cubano, pero en este caso truncaron la vida de jóvenes estudiantes, sin haber cometido delito alguno. Unos dicen que eso son cosas del ayer, eso no son cosas del ayer. Siguen presentes en nosotros los cubanos al ver cómo hoy en el gobierno de España mantiene relaciones con un gobierno que no representa los ideales de los cubanos.

Honremos a los Estudiantes de Medicina fusilados aquel 27 de noviembre de 1871.

HONOR A QUIEN HONOR MERECE.

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