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martes, 1 de diciembre de 2015

La Música en Cuba: Gumersindo (Sindo) Garay

Gumersindo (Sindo) Garay
Por: René León

  Según los historiadores de la música cubana, dicen que el “bolero” nació en Cuba. Su centro fue la región oriental, allá por el siglo XIX. Sus primeros cultivadores fueron  gentes de pueblo. Alejo Carpentier, en su libro La Música en Cuba, dice sobre el “bolero”:…los trovadores de hoy, “un Sindo Garay”, cantan a media voz, cerrando los ojos, sufriendo y suspirando sobre las cuerdas de sus guitarras, que se lama la “canción cubana” Obsérvese además que, fiel a sus orígenes ochocentistas, la “canción cubana”, es (con el ”bolero” que ha llegado a confundirse con ella) el único tipo de música insular que admite, por tradición, la presencia de letras extranjeras o de poemas ajenos al clima local.  Así como la “guaracha”, el “son”, la “conga”, la “rumba” y el punto guajiro, tiran del ambiente, llevando palabras  mancornadas al carácter de la música, la “canción” y el “bolero” se apoderaron de versos de Luis Urbina, de Amado Nervo, de Pedro Mata, sin la menor dificultad, cuando se pasearon en los jardines ver kenianos de los pequeños imitadores de Rubén Darío.
  Situado cerca del Parque Maceo, en La Habana, donde antiguamente se encontraba Batería de la Reina, la Casa de Beneficencia y el Malecón construido allá por el año de 1901, en la calle de Belascoaín y San Lázaro, había un café que era el sitio preferido de todos los amantes de pasar un buen rato alejado de los problemas de la vida y de la política. El aire del mar, el agua salobre que salpicaba y batía el Malecón, el rumor de las olas, hacían de este lugar, es preferido de aquellos que deseaba por un momento estar felices y tranquilos. Este lugar se llamaba “Vista Alegre”  que desapareció como tantas cosas han desaparecido en Cuba.
 Mi hermano Julio y yo éramos pequeños y nuestros padres nos llevaban a caminar por el Malecón , o a dar una vuelta  en auto por la calle Prado y luego por la Quinta Avenida; a la vuelta íbamos al café “Vista Alegre”, a comer helados y oir a los trovadores que siempre andaban por allí. Así fue como conocí a Sindo Garay, un hombre mayor, que vestía su acostumbrada guayabera. Siempre limpió, respetuoso con todos. Iba con un joven que resultó ser su hijo Guarionex. También allí conocí a otros trovadores conocidos de aquellos años. Sindo era el preferido de mi padre, siempre nos venía a saludar Mis padres le pedían una canción: una de ellas era “La Bayamesa”. “Tiene en su alma la Bayamesa/triste recuerdos de tradiciones,/ cuando contempla los verdes llanos/ lágrimas vierte por sus pasiones, ay./ Ella es sencilla, le brinda al hombre/ virtudes todas y el corazón./ pero se siente/ de la Patria el grito../ todo lo deja, lo quema/ ese es su lema, su religión.”
  Gumersindo (Sindo) Garay nació el 12 de abril de 1867 en la ciudad de Santiago de Cuba. Sus padres se trasladaron a Guantánamo, y allí vivieron por varios años. La primera canción de (Sindo) ,se la dedicó a su maestra María Mestre, cuyo tituló era “Quiéreme Mucho”. Se va para Santiago de Cuba, formando un dúo con Pepe Sánchez, durante varios años. Siendo ambos los más preferido de la ciudad, que era considerada cuna de trovadores. Al estallar la guerra de independencia sirve como correo marítimo. Era un experto nadador, su misión era cruzar la bahía para llevarle informes al general Cebreco, sobre los movimientos de las tropas españolas. Termina la guerra contra España, y se traslada para La Habana.
  Sindo, con otros trovadores capitalinos amenizaban fiestas en casas particulares, o cantaban en diferentes cafés de la capital, y el “Vista Alegre” sería su lugar preferido. Allí con su voz fina y armoniosa, le cantaba a todos aquellos que se lo pedían. Era una forma honrosa y decente de ganarse la vida. Se dice que compuso más de doscientas canciones: “Adiós a La Habana”, Madre y Virgen del Cobre”, “El Ocaso”, “Germania”, El huracán y la palma”. La dedicada a la “Virgen del Cobre” la interpretó un día en la casa de mis padres, donde se acostumbraba a celebrar el día de “La Caridad del Cobre” y “Santa Bárbara”.
  Murió Gumersindo (Sindo) Garay en julio de 1968, pero nos dejo sus canciones, que seguirán viviendo en el alma de todos los cubanos. “La Tarde”
“La luz, que en tus ojos arde,/ si los abres amanece,/ cuando los cierras parece,/ que va muriendo la tarde./ Cuando los cierras parece/ parece que va muriendo l tarde./
Las penas que  mi me matan/ son tantas que se atropellan,/ y como, de matarme tratan,/ se agotan una a otras/ y por eso, no me matan”. 

©





1 comentario:

  1. Muy bonita esta historia sobre Sindo Garay. Nos trae reuerdos viejos.


    Mario (el poeta) Mizmi

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