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lunes, 15 de febrero de 2016

La inmigración canaria a Cuba (Primera parte)

Emigrantes canarios en Cuba
Foto tomado de: Historiasiglo20.org
Artículos
La huella isleña en Gibara. 1817-2002
Por: Nora Medina Caballero. Carmen L. Pérez Rodríguez.

Resumen
La historia de la inmigración canaria en Cuba se remonta a siglos atrás. En Gibara, como en otros poblados y ciudades del país, las crisis y guerras del viejo continente y en especial las de España, influyen de manera muy especial, conocido a través del flujo migratorio diverso que comienza a invadir los puertos de todo el país, siendo los canarios los que más infieren en este hecho con cifras altamente considerables, que aumentan a partir de 1653 con el establecimiento de la Real Orden que pe

Artículo
Introducción
La historia de la inmigración canaria en Cuba se remonta a siglos atrás. En Gibara, como en otros poblados y ciudades del país, las crisis y guerras del viejo continente y en especial las de España, influyen de manera muy especial, conocido a través del flujo migratorio diverso que comienza a invadir los puertos de todo el país, siendo los canarios los que más infieren en este hecho con cifras altamente considerables, que aumentan a partir de 1653 con el establecimiento de la Real Orden que permite la emigración hacia la América.
El estudio de los componentes étnicos de la población cubana desde la época de la colonia ha contado con investigaciones de tipo cuantitativo y cualitativo que permiten realizar un análisis sobre la influencia de las diferentes etnias que intervinieron en el proceso migratorio cubano y dado el mestizaje y cruzamiento entre ellas, conllevó a la formación del criollo, nativos cubanos e independientes de la metrópoli, con concepciones de autonomía que estaban muy lejos de favorecer las ideas colonizadoras. Estos han sido realizados por investigadores muy conocidos en el campo de las Ciencias Sociales, entre los que se encuentran Jesús Guanche Pérez, Ramiro Manuel García Medina, Servando Monje Muley, José Vega Suñol y escritores gibareños como Herminio Leyva, Antonio Carballo de la Rosa y Robustiano Verdecia, obras que han servido de consulta para este trabajo.
Las temáticas que se abordan en este estudio están encaminadas a esclarecer aspectos sobre la etnia canaria la que mayor influencia y aportes realizara a la cultura, tanto material como espiritual, del poblado gibareño; este es un tema nunca antes tratado por investigadores locales y ha sido motivo de interés por parte de la población descendiente, de estudiantes y profesores de las carreras humanísticas.
La inmigración canaria o región de los “guanches” (1) como también se le conoce, fue la más cuantiosa, ocurrida fundamentalmente en el siglo XIX en Gibara, demostrado en las cifras obtenidas a través de las fuentes consultadas. Regiones de España como Galicia, Asturias, Cataluña, Andalucía, Castilla la Vieja también tuvieron sumas significativas en el poblado y otros países del continente europeo que en menor cuantía formaron parte fundamental del proceso migratorio llevado a efecto. En esta región intervinieron varias etnias que influyeron en el desarrollo socioeconómico y cultural: africanas, chinas, árabes, europeas y otros países del área americana, lo que propició el mestizaje de la población a través del cruce interétnico.
Fue más significativa la unión de los europeos con los criollos residentes en el poblado y en menor grado con los negros esclavos; se destaca dentro de esta España y sus islas, y por ende, son las que más aportaron realizaron a la economía y cultura del territorio.
Para el desarrollo de la investigación se tuvo como base la entrevista a profundidad a descendientes y la revisión de los tomos necesarios para la recogida de información en el Registro Civil, parroquia de San Fulgencio, Museo Municipal de Historia y Registro de la Propiedad, acopiándose todos los inmigrantes canarios que aparecían registrados con la información necesaria como la fecha de arribo al país, profesión, edad, matrimonios efectuados, etc. Se afrontaron dificultades con los pocos datos que aparecían registrados en algunas de estas fuentes y otras por el franco deterioro en que se encuentran por lo que no se pudo tener el control de los datos completos de todos los inmigrantes asentados en estas fuentes.
Para el desarrollo de la investigación sobre la cantidad de inmigrantes asentados y valoración de la influencia de la cultura canaria en el poblado gibareño se trabajaron las Metodologías de la investigación cualitativa y cuantitativa teniendo como base fundamental la entrevista a profundidad a descendientes y la revisión de los tomos necesarios para la recogida de información en el Registro Civil, parroquia de San Fulgencio, Museo Municipal de Historia y Registro de la Propiedad, acopiándose todos los inmigrantes canarios que aparecían registrados con la información de interés para la investigación como la fecha de arribo al país, profesión, edad, matrimonios efectuados, etc. Afrontándose dificultades con los pocos datos aportados en algunas de estas fuentes por lo que no se pudo tener el control total de matrimonios, isla de procedencia, profesión desempeñada y fecha de arribo al país.
Como otras fuentes de información se tuvieron en cuenta las obras “España en la savia de Cuba” de Jesús Guanche, “Trotando por el mundo” y “Canto a Gibara” del Canario radicado en el poblado Antonio Carballo de la Rosa, “Españoles en Cuba” obra póstuma de Servando Monje Muley, La República cubana: proyectos y realidades. # 12. La Habana. Enero –Diciembre 2002. Revista semestral de Estudios Históricos y Socioculturales. y como referencias de primerísimo orden las orales, muy abundantes por la cantidad de descendientes que existen en el municipio, desde la primera a hasta la cuarta generación y que poseen valiosa información oral que les fue trasmitida por sus antepasados sobre las costumbres, tradiciones, características y cultura de los canarios asentados en el territorio, en general, para la realización de esta investigación se entrevistaron 34 personas, de ellas 3 catalanes, 1 canario, 2 personas que tuvieron relación o conocimiento de la vida de los canarios por haber convivido muy cerca de ellos y el resto son hijos, nietos o bisnietos de nativos.
Objetivo general de la investigación
1. Determinar la importancia que tuvo para Gibara la inmigración isleña en los aspectos económico, social y cultural.
Objetivos específicos:
1. Conocer la incidencia de los canarios en la cultura popular tradicional gibareña.
2. Recopilar la mayor cantidad posible de información sobre la farmacopea isleña y su utilización actual.
3. Determinar personas que influyeron en la vida económica del municipio.
4. Determinar el peso de la inmigración según la isla de procedencia.
5. Conocer figuras importantes para el poblado que influyeron en su cultura artística y Literaria.

Los canarios y su inmigración:
La historia de la inmigración canaria en Cuba se remonta a siglos atrás. En Gibara, como en otros poblados y ciudades del país, las crisis y guerras del viejo continente y en especial las de España, influyen de manera muy especial, conocido a través del flujo migratorio muy diverso que comienza a invadir los puertos de todo el país, siendo los canarios los que más infieren en este hecho con cifras altamente considerables que aumentan a partir de 1653 con el establecimiento de la Real Orden que permite la emigración hacia la América.
Los canarios se vieron relegados a segundo plano, con muy poca participación en la vida política, social y cultural del país, dado quizás por su bajo nivel cultural, su humildad y apego al trabajo rudo del campo; fueros ellos los que motivaron en la población criolla el amor a la tierra y a sus productos.
El 16 de Agosto de 1906 en el domicilio del canario radicado en la Habana, Don Domingo Amador, se reunieron los nativos de estas islas y se firmó un acta en la que se comprometían a no desistir de sus propósitos de fundar “Una sociedad de naturales y vinculados de canarias” (2), pues los nativos no tenían institución alguna que los representara a pesar de ser mayor la cantidad de canarios residentes en Cuba que de otras regiones, por lo que se juzgaba de suma importancia la creación de la Sociedad que se fundaba para “acabar con aquel bochornoso estado de cosas y para crear un porvenir mejor para la comunidad canaria”(3), era necesario realizar acciones que glorificaran y enaltecieran el buen nombre de las Islas Canarias. En el poblado gibareño, los canarios, a pesar de haber comenzado a llegar a estas costas antes de la fundación del poblado y constituir el mayor número de inmigrantes, no se hicieron sentir como sucedió con otras regiones de España y países europeos,
En Gibara, los españoles y descendientes crearon sociedades para la recreación de sus familias, conocidas fueron las Unión Club y Colonia Española, los canarios no se vincularon a las mismas ni constituyeron una agrupación que respondiera a sus intereses.
Asentamiento canario en el poblado gibareño. Siglos XIX y XX. Estudio de muestras.
Gibara era un territorio poco conocido en 1816 con más de 150 moradores de diversas etnias, con status social y costumbres diversas que luchaban por sobrevivir en un poblado agreste y amenazado constantemente por el saqueo de corsarios y piratas.
En esta etapa se encuentran entre los ya residentes a 25 españoles (gallegos, catalanes y otros),
franceses, italianos, 6 canarios, entre estos una mujer: Dolores Cáceres, considerada la primera canaria domiciliada en este territorio, además de portugueses, austriacos, norteamericanos, polacos y naturales de la América del Sur y las islas del Caribe como Puerto Rico y Santo Domingo.
Dada la peligrosidad de la bahía, abierta constantemente al saqueo de piratas y corsarios, se acuerda el 18 de Diciembre de 1816 fortificar Punta de Yarey al ser esta el saliente del territorio de mejores condiciones naturales y geográficas para la construcción de una batería que estaría dotada de dos o más cañones según las condiciones lo requirieran. Es así que el 16 de Enero de 1817 se funda el poblado al colocarse la primera piedra de esta construcción militar, hecho que sería acogido con gran júbilo por los residentes y al que acudieron personas de zonas aledañas y otras jurisdicciones, este acto se vio colmado de actuaciones culturales, moradores del territorio entonaron música coral religiosa y se ofició una misa en una tienda de campaña.
La protección del poblado traería aparejado nuevas inquietudes, comienzan a darle curso a la habilitación y apertura del puerto pues en el 1818 Gibara es favorecida por el libre comercio, no estaría amenazada ya por el saqueo y el robo al tener su bahía fortificada.
De esta etapa se hace difícil precisar la cantidad de inmigrantes europeos, entre ellos los canarios, por la no existencia de fuentes documentales que lo corroboren, los más cercanos son los libros bautismales, matrimonios y defunciones que comenzaron en el 1820 y muchos no se consultaron por deterioro.
La apertura del puerto, al cual le fue otorgado la categoría de tercera en Diciembre de 1821 por Orden Real del rey Fernando VII y un aumento paulatino del comercio de tabaco y productos agrícolas, hacen que se dispare el flujo migratorio hacia el territorio compuesto por las personas que huían de las guerras que se sucedían en el viejo continente, al deseo de prosperar a través de la búsqueda de fortunas en el nuevo mundo y amparados por Reales Decretos.
Aparejado a la apertura del puerto se construyen cuatro muelles que se dedicarían tres de ellos al trasiego de personas y mercancías, estas últimas entraban y salían diariamente de los barcos que anclaban en la bahía.
El desarrollo portuario hace que Gibara se convierta en un pueblo con amplio comercio de importación y exportación al alcance de terratenientes y comerciantes de otras regiones como Holguín, Puerto Príncipe y Las Tunas entre otros. El comercio establecido por este puerto comenzó a mostrar sumas monetarias de importancia para la economía y ya en 1827 se habían obtenido 72 340 pesos, aumentando paulatinamente y por años; el valor de las importaciones y exportaciones entre 1861 y 1864 alcanzarían las cifras de 593. 564 pesos y de 3 913 158 pesos respectivamente, cifras que demuestran el gran capital que se operaba en la zona.
La guerra de 1968 no afectó en nada la economía gibareña y por el contrario, se convirtió en un lugar seguro para todos aquellos que querían salvaguardar el capital y patrimonio de la familia. En esta etapa aumenta la inmigración extranjera y muchos comerciantes de otras jurisdicciones se trasladan hacia esta zona provocando un aumento en la población residente. La seguridad que ofrecían las fortificaciones y las tropas españolas destinadas a cuidar el bienestar de los moradores hicieron de Gibara un bastión en este período bélico.
En 1877 Gibara alcanza un esplendor económico agrario al poderse confirmar la existencia de 563 fincas urbanas, 384 estancias y 221 industriales entre españoles, europeos y norteamericanos que se dedicaban mayoritariamente al comercio azucarero y tabacalero.
Muchos canarios y otros emigrantes entraban como polizones a los barcos y al llegar a puerto seguro tenían que buscar la manera de burlar a las autoridades para desembarcar. Aquí comienza la odisea de un gran por ciento de los inmigrantes canarios al tenerse que confiar a personas inescrupulosas para salir de los barcos, quedando así endeudados casi de por vida a aquellas personas “caritativas” que los ayudaban a salir del atolladero, María Hernández, una canaria asentada en el poblado en la segunda mitad del siglo XIX utilizó este método con sus conciudadanos para enriquecerse.
El ferrocarril de Gibara a Holguín, de vía estrecha, fue el sueño de un grupo de inmigrantes españoles que veían en el mismo un incremento para sus mercados y facilitaría el traslado de personas hacia otras villas y ciudades del país. En el 1873 el gobierno español aprueba su construcción pero la misma se vería interrumpida por el desarrollo de la guerra de los diez años. Después de muchos avatares, pues se tuvo que abrir un túnel a golpes de pico y pala y pasar las líneas férreas por encima del río Cacoyugüín, culminaría esta obra el 4 de abril de 1893 con su llegada a la ciudad holguinera.
El desarrollo económico y socio cultural de Gibara fue estable durante todo el siglo XIX, las construcciones domésticas eran majestuosas con un tipo de arquitectura en la que se apreciaba el gusto y poder económico de los inmigrantes europeos y descendientes que las habitaban, mostraban con orgullo su esplendor en las fiestas y festejos que se hicieron tradicionales en el poblado; Las sociedades e instituciones también fueron el reflejo de una etapa en la cual Gibara fue reconocida por muchos como “La Covadonga Chiquita”.
Las muestras que se reflejan en la tabla 1 (ver anexo 1) son el total de canarios asentados en todas las fuentes consultadas, con una suma de 937 personas, no es una cifra definitoria al no culminarse la búsqueda en el registro civil (en este solamente pudieron ser revisados 4 tomos de ciudadanía y 7 de nacimientos, no se tuvo acceso al resto de las fuentes) y en el Museo Municipal solamente se consultaron 5 libros protocolares.
Tabla # 1: Tabla general: presencia canaria en Gibara.
Inmigrantes Masc. Femen. Total
Se desconoce Isla 425 304 729
Tenerife 12 5 17
La Palma 137 37 174
Gomera 7 4 11
Gran Canaria 4 - 4
Lanzarote 2 - 2
Total 587 350 937
Fuentes: Tomos de ciudadanía y Nacimientos del Registro Civil, Tomos de matrimonio, Bautismo y Defunción Iglesia de San Fulgencio. Protocolos notariales Museo Mcpal e información oral (Elaboración manual propia)

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