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domingo, 1 de mayo de 2016

Un Monumento y una Sugestiva Ceiba

Por: María Teresa Villaverde Trujillo
Tomado de: Habana Elegante

     Cada 15 de noviembre, hacia la medianoche, visitamos el monumento El Templete y su Ceiba para festejar otro aniversario de la fundación de San Cristóbal de La Habana, hecho histórico realizado en 1519 por el conquistador español y gobernador de la isla Diego Velázquez de Cuéllar.  El nombre de la entonces villa,  asignada asi por el lugarteniente del gobernador general Pánfilo de Narváez surgió de la unión del nombre del santo patrón y del nombre de un cacique taino de aquella área. También, los que hemos vivido cerca de la Ceiba sabemos lo difícil que es olvidar este árbol, representativo del nacimiento de mi ciudad natal, centro de las actividades en la época colonial.
     Por mandato de los reyes durante el siglo XVII se nombró a La Habana "Llave del Nuevo Mundo y antemural de las Indias”
El Templete fue construido a principio del siglo XIX, en el mismo sitio donde celebraron al pie de una Ceiba la primera misa y la reunión del primer cabildo presidido por Diego Velázquez de Cuéllar, - entonces Teniente Gobernador de la isla-, en la costa norte de La Habana en 1519.  Fue una obra del coronel de ingenieros el cubano Antonio María de la Torre y Cardenas bajo los auspicios del capitán general y gobernador Francisco Dionisio Vives, y el obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa. El monumento adopta la forma de un singular templo dórico, sobre un cuadrilongo regular de treinta ydos varas de este a oeste y de veintidós de norte a sur, cercado el monumento por una enverjadura de hierro que termina en lanzas de bronce, apoyadas sobre globos del mismo metal. Mide doce varas de frente y ocho y media por los dos costados así como 11 de alto, compuesto de un arquitrabe de seis columnas de capiteles dóricos y zócalos áticos y cuatro pilastras en los costados. La portada de hierro que pesa dos mil libras rueda sobre ejes de bronce, coronándose con un escudo de cinco pies de altura en cuya orla aparece la siguiente frase: “La siempre fidelísima ciudad de La Habana”.
Las obras culminaron con su inauguración el 19 de marzo de 1828, en homenaje a Josefa Amalia de Sajonia, esposa de Fernando VII.  Dos grandes lienzos adornaron su interior, uno representando la primera misa ofrecida por el Padre de Las Casas y el otro el primer cabildo, ambas obras del pintor frances Jean Baptiste Vermay.
     Fuera de la edificación aparece un obelisco de tres caras, llamado Cajigal por ser el apellido del gobernador Francisco Cajigal de la Vega, quién ordenó construirla en 1754 cuando la Ceiba dejó de sostenerse en pie.  La columna sostenía una imagen de Nuestra Señora del Pilar, patrona de los navegantes españoles. A la antigua imagen religiosa, sustituyó otra de la Virgen, de una vara de alto sobre un pilar de tres cuartas, en cuyo centro está trazada la Cruz de Aragón, con una inscripción que dice: “Memoria inmortal a Francisco Dionisio Vives y Planes, teniente general de los Reales Ejércitos, benemérito de la patria. Año de mil ochocientos veintidós”.
     En su base se encuentra un busto de mármol del Adelantado Don Hernando de Soto, primer gobernador de la villa; y en ella hay una inscripción en latín, casi borrada, que traducida dice:
"Detén el paso, caminante, adorna este sitio un árbol, una ceiba frondosa, más bien diré signo memorable de la prudencia y antigua religión de la joven ciudad, pues ciertamente bajo su sombra fue inmolado solemnemente en esta ciudad el autor de la salud. Fue tenida por primera vez la reunión de los prudentes concejales hace ya más de dos siglos: era conservado por una tradición perpetua: sin embargo, cedió al tiempo. Verás una imagen hecha hoy en la piedra, es decir el último de noviembre en el año 1754"
     Dentro de los límites del monumento, cerrado por las verjas que protegen el Templete, se localiza un busto de mármol de Cristóbal Colón; y se mantiene una frondosa Ceiba en medio del pequeño jardin. La original Ceiba fue destruida por un ciclon; mas tarde otra Ceiba regresó a su lugar y, según narraciones, al ésta secarse, una tercera es la que ocupa actualmente su destinado espacio.  El pavimento de El Templete es de mármol blanco.
     En el interior del Templete se encuentra un triptico - cuyo lienzo central fue pintado tiempo despues a la inauguración del monumento – representando la primera misa en el acto de bendición del lugar en presencia del Capitán General, el primer consejo de gobierno y la construccion del Templete, apareciendo en ellos las figuras de las autoridades españolas de la época. Es un histórico triptico que dejó para la posteridad unas excelentes estampas de coloridos acontecimientos.
Las fotos que acompañan este artículo nos fueron cedidas gentilmente por el prof. Paul Barret, de la Universidad de Texas, y no pueden reproducirse sin su consentimiento.
Noviembre de 2010

Querido Francisco:
Una vez más, un aniversario de nuestra querida Habana nos une. Te enviamos un abrazo y saludos a todos los que participamos en este ritual, justificado por nuestro cariño hacia nuestra maltratada ciudad. Y con aumentado cariño, otro abrazo para ti por regalarnos otra oportunidad de vernos todos otra vez al pie de la ceiba.
Aymara y Micael Avalos
Miami

La foto es en la sacristía de la Iglesia del Espíritu Santo el 4 de marzo de 1976, en el bautizo de Ariadna Prats García. Al fondo aparece María Luisa Bautista; al frente hay un busto de Dante. Dante, Lezama, dos escritores que sufrieron el exilio; el cubano en su propia tierra, desde 1971 hasta su muerte. En este 491 aniversario de La Habana inmortal e inmoral, Lezama como autor de Muerte de Narciso y Virgilio Piñera, autor de La isla en peso, le dan la vuelta a la ceiba aciclonada de Oppiano Licario, se unen al fantasma de Hernando de Soto para repetir una frase escrita por Lezama en la primera carta a su hermana Eloísa (abril de 1961), a la que nunca volvería a ver: "Quiera Dios que se restablezca la armonía".
José Prats

 Dejo junto a la ceiba fiel de La Habana Elegante, guardiana de la fe habanera, mis votos por la salvación de la ciudad, aunque solo sea en el daguerrotipo de la memoria.
Armando Sandoval

Estas páginas son un oasis de buen gusto y esmero. En este 491 Aniversario pediré en la ceiba un mejor destino para mi Patria, familiares y amigos.
Laureano

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