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viernes, 15 de junio de 2018

LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS de Emilio J. León (†)

Foto tomada de: El Duque de Camelot

Por: René León

LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS, fue escrito en las cárceles de Cuba. Su autor recibió varios premios en la prisión, en los Concursos Literarios, por algunos de sus trabajos, entre ellos "Cayo Morrillo", "El Gigante de Piedra"y ''Fifty by Fifty". El estilo usado por él, fué dirigir cartas a una de sus hijas, donde le enviaba copia de sus trabajos. En "Balitas" bien escondidas, pasaba estas al mulato, Miguel Fern§ndez­ Bosque "Míguelito", que contenían la correspondencia familiar y sus ya conocidos trabajos.- Entre ellos el más popular y comentado "El Gigante de Piedra", que es la historia del castillo de La Cabaña, desde su inicio hasta los­ días actuales:

"Edificaciones hay que llevan en si desde el inicio de su construcción el sutil e imper­ceptible efluvio infernal o el aliento o espíritu de la época -de brutalidad y opresión- al que deben su alumbramiento por una casta determinada".pág.53

Desde su principio hasta las últimas páginas de este trabajo, es una denuncia, un grito de protesta al sistema carcelario en Cuba. En unos de sus párrafos el autor nos da detalles de como son tratados los prisioneros, en los interrogatorios en el G-2 o Seguridad del Estado.-

"...Algunos perecen en acción armada en el instante de su detención y otros son arrestados e incomunicados por largos meses en celdas tapiadas del Ministerio del Interior, intensos y sistemáticos interrogatorios son empleados contra el subversivo en el día o las altas ho­ras de la noche. El potente haz de un reflector dirigido hacía las pupilas lo deja como ciego. Alrededor del interrogado, agentes de seguridad haciendo preguntas, a la vez que gritan, amenazan, rastrillan pistolas, golpean...El suplicio por horas indeterminadas del "cuarto: frío" que congela o el extremadamente caliente que sofoca y ahoga. Y las Cabañitas ¿Dónde se hallan ubicadas? Se desconoce. Pequeñas habitaciones para aplicar torturas donde el detenido se le mantiene encerrado sin ver el sol, por dias o meses, con el piso regado de cal viva o lleno de agua, completamente desnudo". pág.61

  Más adelante nos detalla su entrada en los predios del "El Gigante de Piedra", su realis­mo es impresionante, solamente aquellos que pasamos por allí, lo pueden comprender. El restó se imagina como pudiera ser ello.

"Al entrar a los predios de "El Gigante de Piedra" el primer vislumbre que se tiene de la muerte es cuando la vista, como al descuido,se posa en el desconocido "palo"...Al cruzar el pequeño puente que salva el abismo donde se halla el foso, al mirar hacia la derecha, lo verá allí empotrado en la tierra, enhiesto, impávido,
vigoroso, astillado. Como telón de fondo para representar su macabro fin, le sirve la maciza­ pared de una de las galeras, a unos pasos de la número 17, desconchada por eI impacto de los plomos y manchada formando como un círculo de herrumbre...En la salpicadura de la reseca san­gre de los valientes patriotas arrancados con violencia de la vida ante el paredón. Arriba , perennemente encendida, una bombilla de quinientas bujías protegida por una pantalla de metal pintada de verde, alumbra al solitario "palo". Una advertencia. Es más bien el símbolo teórico llevado a la práctica por el despotismo comunista". pág.62

  Las descripciones que nos hace el autor sobre la vida en La Cabaña. Nos va descubriendo­ el sistema de vida, 1as miserias, 1os maltratos y vejaciones diarias. Las noches en vela , esperando la hora final, para aquellos que son llevados al paredón de la muerte.

"Emprende la marcha un auto o una camione­ta, desde un lugar no lejano. Dos minutos después se siente el porrazo dado por una puerta de metal. Silencio. De pronto un golpe seco retumba por toda la galera 17. Sobresalto. Se apoyan los codos sobre la colchoneta. Voces que murmuran !están fusilando! Pasan unos segun­dos... se oye el disparo producido por un arma corta: EL TIRO DE GRACIA.
  Las pupilas taladran las sombras. Los músculos están en tensión.  Se sabe con certeza lo que se espera, pero el espíritu se rebela a a aceptarlo.  De nuevo el ronroneo del motor de un vehículo.  El golpear de una puerta...Un minuto !Gritos de Viva! Sin entenderse muy bien las otras palabras. De improviso al fragor de una descarga llega nítida a los oídos...Unos segundos y...uno, dos tiros de gracia.

Arriba, en la azotea, pasos precipitados. Hombres y mujeres que ríen a carcajadas. Dan golpes con los pies sobre los tubos que condu­cen el agua. Una miliciana dice: iViste!,cayó como un pollito. Otra le contesta: "A los de allá abajo les pasará igual".

Esa noche fueron doce los fusilados". pág. 68-69

"El Gigante de Piedra" es una denuncia al sistema carcelario de la Isla esclavizada. En el Testimonio "El Yudoca", el autor nos da a conocer la muerte de JOSE RODRIGUEZ VERGARE­CHE, de leucemi a en el castillo de E1 Príncipe. Durante el tiempo que estuvo ingresado en el hospital, no permitieron que la madre lo visitara. Tampoco le hicieron entrega de su cadáver. 

En el libro aparecen otras historias:  "El Paseo por la Isla de Pino", "El Origen del  Sucu Sucu", "Cayo Morrillo", "Fifty by Fifty", "Hojalata", y otros mas. 

Lo que si es triste ver como la Editora SIBI no hizo propaganda para la venta y distribu­ción de este libro, para que pudiera llegar, a aquellas personas que desconocen o quieren desconocer la política criminal del gobierno de Cuba. Como dice en la introducción del libro los doctores José Sánchez-Boudy (†) y Hortensia Ruiz del Vizo(†):

"Este es un Iibro del Presidio Político,de ese combinado de Campos de Concentración que recorrió el poeta; el cuentista. Libro que abre­ para el hoy y para el mañana, nítidamente, con la vitalidad de la prosa del autor y de su espíritu, las entrañas del horrible sistema carcelario del presente patrio. Un libro conmovedor donde se nos dejan ver desde la primitiva batería de cocina hasta los fosos manchados de sangre: Las Celdas en Gigante".

El crítico literario Julio Osvaldo Don, al referirse al autor, nos dice: ,

"Las cárceles castristas han sido prodigas en crear tipos de hombres nuevos: !Los escrito­res libres en Cuba!.

Entre estos se destaca Emilio J.León, que cumplió diecisiete años y medio, nada más, de encierro en los más inhumanos de todos los pe­nales de este continente.

 LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS es un puñado de retratos que encierran en sus páginas,VIDA, PASIÓN Y MUERTE de los gigantes que son nuestros presos políticos".

Recomendamos este libro, porque es una de­nuncia al régimen comunista de la isla prisio­nera. Donde los DERECHOS HUMANOS, son violados diariamente. Terminemos este trabajo con el homenaje que el autor hace en la dedicatoria del libro.

"Dedicado a todos los presos políticos cuba­nos sin importar su corta o larga condena...Si fueron "plantados" o no... unos y otros pasa­ron por allí, por aquella moderna antesala del infierno que es la Cuba Comunista, por sus campos de concentración, las cárceles cerradas, las ergástulas y las tapiadas".

Los interesados en adquirir e1 libro, 1o pueden conseguir en.

EDICIONES UNIVERSAL
P.O.BOX 450353 (SHENANDOAH STATION) MIAMI, FLA, 33145

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León,Emilio J. Los Hijos de las Tinieblas, Editorial SIBI, Miami, USa, 1983.

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