Si no me hubiera ido para New York

Foto tomada de: Agap Tour

                                                                                                   por Zilia L. Laje

     ¿Cómo hubiera sido mi vida si no me hubiera ido para New York de adolescente?... Había estudiado taquigrafía y mecanografía en la Academia Comercial Buenaventura Fillman con la Dra. Concha Morales, inglés en el Centro Especial de Inglés N^o 12 con Luz Cremé.

     Hubiera obtenido empleo a los 16 años de taquígrafa en una empresa como el Banco Agrícola e Industrial en Oficios ganando $45. mensuales inicialmente, hubiera asistido a la Escuela Profesional de Comercio de La Habana en Ayestarán, me hubiera hecho socia del Club Bancario en Santa María del Mar, del Colegio de Taquígrafos en Cuarteles y de la Asociación de Graduados de Inglés en Campanario. Me hubieran aumentado a $60. mensuales. Hubiera contribuido a la caja del Seguro del Taquígrafo.

     Me hubiera casado con Thamyris Cardelle López, que había empezado a trabajar en una compañía de seguros, creo que la American Underwriters, o Diego Tuñón Rodríguez, que había estudiado en los Escolapios de La Habana, Pedro Iglesias García, Ismael Fuentes Sánchez, que se había graduado del colegio Hermanos Maristas y trabajó después en la Trust Company, o Roberto, hijo de un bombero, Luis Cantillo Prado, que vivía en Cortina, Lino Sanz o con un cajero de algún otro banco. Probablemente en la Iglesia de La Milagrosa en la calle Santos Suárez, donde había tomado la Primera Comunión; mi tío Ismael hubiera sido padrino de la boda. Mi tía Cheché hubiera ayudado a hacerme la habilitación.

     Hubiéramos pasado la luna de miel en San José del Lago de Mayajigua. Nos hubiéramos mudado a un apartamento en un edificio nuevo con cocina de gas, quizás cerca del parque en Santa Emilia, y viajado en las rutas 14 y 15 de los Omnibus, y líneas M-5 y M-7 de los Autobuses. Mis tres primos vivían cerca. Habríamos frecuentado el cine "Moderno", "Modelo", "Alameda", la bolera en Cortina entre Libertad y Milagros, bailes en el Club San Carlos, los estudios de la CMQ, juegos de pelota en el estadio del Cerro en Zequeira y de jai-alai en el frontón de Concordia, el Teatro Principal de La Comedia, la asociación de Yesistas en Xifrés, el circo Santos y Artigas, verbenas y festivales de los colegios, conciertos en el Anfiteatro. Tenía amigas, Martha, 2 Berthas, Estrella Soler, Vilma, Otilia, Mary, Míriam, Miguelina, Josefina, 2 Conchas, 2 Ofelias, Julita, Ada, Yolanda Durán, Sylvia, Daisy, Dalia Entralgo, Idalia en Mangos, Ohilda, Emma Wong, Leticia, Rosita, Zilia Sáinz. Me hubiera recibido de contador mercantil, me hubieran ascendido y me hubiera hecho socia del Colegio de Contadores de la Escuela de Comercio en Malecón y Cárcel. Habríamos asistido a cumpleaños, despedidas de soltera, bodas, bautizos y quince's. Hubiéramos sido socios de la Quinta La Purísima Concepción en 10 de Octubre, del Centro de Dependientes del Comercio.

     Hubiera tenido un par de hijos. Mis primos hubieran sido los padrinos. Un varón habría asistido posiblemente a los Escolapios de la Víbora en Flores y una niña al colegio N^tra.S^ra. de Lourdes en Santa Catalina. Habríamos leído El País, "Bohemia", "Vanidades", Selecciones. Probablemente hubiera bordado, posiblemente tejido, tal vez pintado; no creo que hubiera aprendido a manejar, dudo que hubiera escrito. Habríamos pasado las vacaciones en Guanabo, Soroa, Bellamar, Isla de Pinos o Miami. Hubiéramos votado por el partido Republicano Auténtico o el Ortodoxo.

     No debía haberme ido para New York de adolescente. Hubiera sido una vida modesta, decorosa, decente, tranquila, sin ambición...

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     ¡Ah, sí! Hasta que se impuso el comunismo y se acabó toda aspiración... ¡Menos mal que me fui para New York de adolescente!