Lola
Benítez Molina
Málaga
(España)
Viaje
nocturno de holas marchitas. El silencio, a veces necesario, hoy me azota, y un
rugir de circunstancias sobrevuela mi inocencia rota.
Las sonrisas ya no acarician al
viento y afloran de las lágrimas negras. El fuego hace crepitar el alma. Tal
vez suene a lo lejos, acompasada y trémula, con melodías del ayer, la
nostalgia. Ese destino incierto quiebra la mirada y rehúsa aquellos días.
No se puede entender esa ausencia
que mata. ¿Hasta dónde puede llegar el engaño de una sugerente voz? La duda no
tiene cabida y esas lágrimas negras florecen.
William Faulkner, en su novela “Las
palmeras salvajes” diría: Entre el dolor y la nada prefiero el dolor”. Es una
frase hiriente, pero llena de sentido.
Somos dueños de nuestro destino
hasta cierto punto, diría yo, y como manifestó Carl Jung: “Aquello a lo que te
resistes persiste y lo que aceptas te transforma” o “Yo soy lo que elegí ser”.
Al hablar del famoso Carl Jung me
viene a la memoria el nombre de la que sería su amante, Sabina Spielrein
(1885-1942), psiquiatra y psicoanalista rusa de origen judío, nacida en Rostov.
Perteneciente a una clase social alta y dotada de gran inteligencia e
inquietud, aventajada a su tiempo, su infancia se caracterizó por su rebeldía
ante un padre excesivamente autoritario, lo que le ocasionaría problemas de
afectividad. A los diecinueve años sus padres la enviaron a Zurich para ser tratada,
por Carl Gustav Jung, médico psiquiatra y ensayista suizo, de un cuadro
depresivo. Después se convertiría en su alumna, colaboradora y amante. Tras su
dolorosa ruptura, se casaría con un médico ruso, también de ascendencia judía,
Pavel Scheftel, con el que tuvo a sus dos hijas. Más tarde se marchó a vivir a
Moscú, donde ejerció como psicoanalista hasta que los estalinistas se lo
prohibieron y regresó a su Rostov natal, donde fue fusilada junto a sus dos
hijas por un Comando de las SS.
Posteriormente, a su muerte sería
publicada la correspondencia que mantuvo tanto con Jung como con Freud. Una
vida apasionante y trágica, que quiero rescatar del olvido, aunque sea por
breves instantes, una vida complicada pero llevada con valentía.
Todas las vidas son fascinantes y
encierran un destino y un dolor.
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