RESPETO Y TOLERANCIA
Dibujo tomada de: Rspeto y Tolerancias |
Carlos Benítez Villodres
Málaga (España)
Obviamente, empiezo hoy a escribir, teniendo como base
la igualdad de las personas. Alguien dijo que “el jefe del rebaño es un animal
como los otros”. Por lo tanto, si deseamos la igualdad, entre todos los seres
humanos, esta la hemos de cultivar desde el respeto y la tolerancia. Tener un
gran respeto por uno mismo conlleva tener un gran respeto hacia los demás. “Si
consideramos a los demás como a nosotros mismos, dice André Maurois, sus acciones
más reprochables nos parecerían dignas de indulgencia”. Reconocemos nuestros
recíprocos derechos, es decir, su derecho a tener su propio punto de vista, su
derecho a cambiar de opinión sin tener que dar explicaciones, su derecho a
crear un mundo propio en el que poder vivir…
Respeto
hacia los demás supone tener respeto por sus decisiones y por sus sentimientos.
Respetar las decisiones de los demás o sus sentimientos no significa que
estemos de acuerdo ni que los compartamos, significa que aceptamos que la otra
persona tiene derecho a tener sus propios sentimientos y a tomar sus propias
decisiones, sean o no adecuadas para mí y sean o no iguales que los míos.
Significa que permitimos que los demás pongan nombre a sus sentimientos, aunque
no los entendamos, aunque nosotros los llamemos de otra manera. “El respeto
significa, refiere Antonio Maura, enterarse cada cual de que tiene frente a sí
a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo
contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública”.
Respeto
hacia los demás significa respetar sus diferencias, aceptar que somos personas
diferentes, con experiencias, culturas, ideologías y punto de vista distintos.
Significa respetar sus sueños y sus necesidades y no tomar decisiones que les
afecten sin contar con su participación.
Respeto
hacia los demás implica separar su conducta de su identidad. La conducta de una
persona no es su identidad. Somos conscientes de que la conducta es la manera
con que los hombres se comportan en su vida y en sus acciones. Sin embargo,
identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una
colectividad que los caracterizan frente a los demás.
Respeto
hacia los demás es aceptar los límites que nos impone, y no invadir su espacio
privado sin su consentimiento. Es no ser arbitrario con él, sino consecuente.
El respeto hacia los demás incluye el derecho a tener opiniones y valoraciones
diferentes, el respeto hacia la pluralidad. Vive y deja vivir. No tenemos
derecho a juzgar a los demás, entre otras razones, porque no disponemos de toda
la información. No somos policías, ni jueces, ni Dios.
Los niños aprenden a respetar a otras personas, cuando
se les trata con respeto. Y esa es la base para vivir en un mundo en que la
convivencia esté basada en el respeto. Respeto por la vida, la propia y la
ajena. Respeto a todas las personas que viven, como nosotros, en este mundo. Y
por supuesto respeto a la naturaleza, a la flora y a la fauna y a los demás
seres inertes. En definitiva, es nuestra obligación, como persona, trabajar día
a día para lograr un mundo de respeto y tolerancia. Tengamos siempre presente
que “aunque toda sociedad, expresa George Bernard Shaw, está basada en la
intolerancia, todo progreso estriba en la tolerancia”. De esta idea se deduce
que, si en una sociedad el respeto y la tolerancia están ausentes, dicha
comunidad vivirá estancada, muerta.
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