Del historiador René León, por Dra. Herminia de Ibaceta. (Cuba)
Desde que
el amigo René León, puso en mis manos su reciente ensayo sobre el General
español Valeriano Weyler, sabía que iba al encuentro de una historia contada a
cabalidad. Un estudio científico, que como todos los que llevan su firma, está
precedido por una exhaustiva investigación, ofreciendo siempre al lector la
verdad histórica y el juicio sincero. No es León de los que callan ante la
ignominia. Seriedad y valentía caracterizan su trabajo.
Todos
sabemos que el gobierno de Weyler fue para la isla de Cuba uno de los más
tiránicos y feroces impuestos por España. Reconcentrando en las poblaciones a
los infelices pobladores de las zonas rurales, se pensaba contener el
avance del ejército libertador y dar fin
a la contienda bélica, con la consiguiente derrota de los cubanos. Weyler no
pudo lograr su propósito de dar fin a la guerra, pero su inmisericorde campaña,
plagada de abusos, violaciones de mujeres, hambre y crímenes en general,
produjeron innumerables bajas y sufrimientos al pobre pueblo cubano.
Con lujo
de detalles, cuenta el historiador los pormenores de la horrenda odisea vivida por el pueblo
de Cuba bajo el látigo de Valeriano Weyler. Valientemente, narra los hechos
acaecidos, señala culpables, y emite opiniones acerca de aquellos que, a través
de los años, han callado o distorsionado la verdad histórica.
Entre
ellos menciona el ensayo de Fernando Barroso titulado “El General Valeriano
Weyler, y su mando en Cuba”, que aparece en el libro “1898 entre El Desencanto
y La Esperanza” publicado por la ALDEU. Según León, Barroso, consideraba que
Weyler: “Sólo cumplía un deber militar, y comparaba a Weyler con el Duque de
Alba en Flandes. (1). En opinión de Barroso, Weyler no fue un mal hombre, sólo
que como jefe de operaciones militares en Cuba y gobernador, tuvo que cumplir
órdenes para terminar la guerra” (1). León aclara que Barroso no hizo alusión a
los crímenes cometidos por Weyler, que su ensayo resultó en un trabajo colmado
de inexactitudes, en el que asegura “Barroso olvidó justificar lo
injustificable” (2).
Con suma
tristeza León menciona en su ensayo a personas, que al principio de la
República aún elogiaban al “carnicero Weyler”. Entre ellos Tiburcio P.
Castañeda, cubano de origen, quien en su libro “La Explosión del Maine y la guerra de los Estados Unidos
con España”, justifica las matanzas cometidas por Weyler. También al americano
Walter Millis quien en “Our Martial Spirit” considera a los cubanos
responsables de la reconcentración en Cuba. (8).
Escritor e
historiador que conoce su trabajo, León, ofrece en su ensayo un adecuado
balance entre las opiniones, que a través del tiempo histórico, se han
producido en defensa o en contra de Weyler y la Reconcentración. Entre estos
últimos menciona a: Emilio Roig de Leuchsenrig quien en su obra “La Guerra
Libertadora Cubana de los Treinta Años” denuncia, con absoluta valentía, los
crímenes cometidos, señalando nombre, apellidos y lugares; a Raymundo Cabrera y
su revista “Cuba y América”, que en uno de sus editoriales expone: “Entre los
grandes crímenes que el gobierno español perpetúa en Cuba faz a faz con el
siglo XIX, ninguno más horrible que el de la concentración ordenada por Weyler,
que ha enviado a su colonia.” (14). Como si estas opiniones no fueran
suficientes, León, aporta el testimonio del propio José Maceo Verdecia, tomadas
de su libro “Bayamo”, en el que se acusa a Weyler, así como al propio general
Valmaceda. León, menciona, además, los periódicos españoles: El Heraldo de
Madrid,, El Día, El Ejército y Otros, que valientemente denunciaron y combatieron
lareconcentración. El ensayo termina con una serie
interesante de datos sobre la muerte del general Antonio Maceo y de su fiel
ayudante Panchito Gómez Toro.
El estudio
realizado por el historiador León sobre el general Valeriano Weyler y su fatal
participación en la reconcentración de los campesinos cubanos, durante nuestra
Guerra de Independencia constituye, por su ajuste a las investigaciones
previamente realizadas, su claridad de exposición y su lealtad al hecho
histórico, un trabajo digno de leerse. Segura estoy de que los que lo lean
jamás justificarán, como dice el autor, lo injustificable.
El general Valeriano Weyler fue anviado a Cuba en 1895 para terminar la guerra de Cuba, pero le salio todo mal. Fue ASESINO, puso en campos de concentracion a los campesinos cubanos, murieron mas de 350,000 infelices, y el creia que con eso iba a terminar la guerra. Fue derrotado por el ejercito cubano en todos los frentes. Perdio mas de 250,000 hombres en Cuba en menos de tres anos. Y todavia puede ser que algun loco crea que fue un verdadero militar. Esta historia me encanta pues dice la verdad, todos las personas debian leerla para ver donde llega la maldad de un hombre y de una colonia ESPANA.
ResponderEliminarEnrique Lazo
Orlando, Fl