René León
He regresado a mi
viejo hogar
y he ido a mis
montañas queridas.
Ya va llegando el
otoño,
las hojas van
cayendo lentas
como si
estuvieran cansadas.
El cielo esta
azúl, de un añil profundo suave,
la temperatura va
cambiando.
De la lejanía
llega a intervalos
el mugido de
reses que pastan en el campo.
Las hojas de
verde azulado, grises, amarillas,
caen y un dulce
silencio nos rodea,
sólo roto por
unas abejas tardías
que zumban sobre
las flores ya marchitas.
El paisaje ligeramente
ondulado,
los árboles
erguidos frente al aire
sutil fino y
transparente.
Todo es severidad
y grandiosidad,
el tiempo se va
deslizando
en silencio,
entre montañas grises
que pronto se
cubriran de nieve.
Pasan las horas,
los minutos, segundos
y me siento
diferente interiormente.
La luz, el color,
los ruidos, el canto de los pájaros,
todo es especial
en este tiempo.
Los años van
pasando sobre mi
y extraño aquel
paisaje,
tan bello,
natural, con su aire sutil y fresco.
Y siento dentro
de mi,
un dolor por lo
perdido,
que se que nunca
más va a volver
en mi vida.
Esas caidas de las hojas en las montanas es preioso. Los dias son diferentes. El olor de la hierba, del campo, todo es belleza y armonia. Este poeta debe haber tenido momentos agradables y de quietud en ellas. Bella poesia. Los recuerdos son bellos cundo uno se recrea en ellos.
ResponderEliminarCarmen Rodriguez
Charlotte, NC