Por: Roberto Soto Santana
En una crónica publicada
el 6 de agosto de 1906 en el madrileño diario EL IMPARCIAL, José Ortega y
Gasset disertaba con arreglo al siguiente tren de pensamiento: “Grandes y
chicos, viejos y mozos, sabios e inocentes, llevamos todos dentro una visión
del universo más o menos fragmentaria. La cultura no es otra cosa que el canje
mutuo de estas maneras de ver las cosas de ayer, de hoy, del
porvenir…querríamos acaso que nuestras opiniones fueran las definitivas, las
ejemplares, las únicas, y un tanto de desconfianza nos hace preferir su
ocultación, antes que exponerlas al fracaso o a la indiferencia. Es preciso que
aprendamos a huir de semejante vicio…Así en la literatura y en toda nuestra
vida de hoy se advierte un prurito de genialidad y de fanfarronería, sólo
concebible donde las mozas y las viejas testas se hallan preocupadas únicamente
de seer las primeras en los escalafones, dando por despreciables todos los
demás puestos. Aprendamos a ser los segundos, los terceros, los últimos…Exponga
buenamente cada cual su visión del mundo de la manera que esto es posible: a
saber, procurando en cada momento expresar en una fórmula de palabras los vagos
e informados pensamientos que dentro de nosotros suscita tal hecho presenciado,
tal libro que leemos, tal idea que nos florece inopinadamente dentro. Es
posible que no sea otra cosa en su germen una fuerte civilización –la de
Grecia, la de Italia en el ‹Risorgimento›,
la de Inglaterra durante todo el siglo XIX, la de Alemania ayer y hoy-
que el cúmulo de esas visiones del mundo individuales, más aún íntimas,
comunicadas de mil modos en la conversación, en los periódicos, en los libros,
en los discursos…Lo más triste que pueda ocurrir es que donde la vida intelectual
llega apenas a un soplo, a un hálito, especie de agonía, esta pobreza de
intelectualidad sea amanerada, narcisina y con las raicillas al viento o sin
raíces, como los musgos. Esto son las literaturas de decadencia que se
desentienden de todos los intereses humanos y nacionales, para cuidarse solo
del virtuosismo, estimado por los entendidos, iniciados y colegas del arte.”
Implementando esas pautas
como guía y norte de su actividad, PENSAMIENTO Digital cumple cuatro años de
ininterumpida difusión de la
Literatura , la
Historia y el saber en general –si bien con predilección por
los temas cubanos-, incólume su propósito de exponer hechos y obras y sus
análisis con vista al esclarecimiento y la instrucción en las entendederas de
su público lector –que ha llegado a ser internacional- del significado y de la
trascendencia de la capacidad creativa del espíritu humano, en todas sus
vertientes. Porque en PENSAMIENTO se discurre, se exponen y confrontan
pareceres, se analiza y se clarifica, en una palabra se educa en el
conocimiento a través del cernimiento y el discernimiento de las ideas, a la
manera que practicaban y propugnaban los pensadores cubanos Antonio Bachiller y
Morales, el Presbítero Félix Varela, y Enrique José Varona.
Abominando de actitudes sectarias, PENSAMIENTO –al
presentar hechos contrastados y exponer con mutuo respeto los puntos de vista
tanto coincidentes como divergentes sobre aspectos de la realidad cultural,
histórica y social- atiende a la admonición contenida en el Capítulo 8,
Versículo 32 de la Biblia :
“
La ya inveterada aparición
quincenal de esta publicación en formato digital ha sido posible, en
primerísimo lugar, gracias a la iniciativa, el celo, el generoso patrocinio, su
propio y personal valer como escritor -poeta e historiador-, y la calidad de
reconocido polígrafo de su Editor, el profesor René León, quien es, por este y
otros cometidos realizados a lo largo de su quehacer académico, auténtico
promotor y mecenas de las Letras hispánicas.
Bibliografía activa: José Ortega y Gasset, Obras Completas, Tomo I, pp.46-47.
Séptima edición, Revista de Occidente, Madrid, 1966.
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