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sábado, 1 de octubre de 2016

Máximo Zertucha: La injusticia de un hombre

Máximo Zertucha
René León
Primera Parte

  El General Antonio Maceo, fue acompañado siempre por un médico durante su campaña en la manigua cubana, para en caso de sentirse enfermo o ser herido, como lo fue varias veces, tuviera a su lado a un médico que lo pudiera atender. Según los historiadores fueron tres sus médicos en el año de 1896. El primero fue un médico puerto-riqueño, que sequía viviendo allá por el año de 1956 en Santiago de Cuba, su nombre era el doctor Guillermo Fernández Mascaró. El otro lo fue un distinguido vecino de Trinidad, el doctor Hugo Roberts y Fernández, fallecido por los años 50.  El tercero y último de ellos, natural de la provincia de La Habana, Máximo Zertucha y Ojeda, fue nombrado el 15 de junio de 1896,  a quien le cupo la gloria de que Maceo muriera de las heridas, en la batalla de San Pedro, en sus brazos. Fallecido a principios de 1900, el cual tuvo que pasar por el bochorno de ser acusado injustamente por los laborantes en Jacksonville, en especial, de haber traicionado a Maceo y la revolución.
  El Dr. Gregorio Delgado García, en su escrito presentado en el Centenario de la muerte del General Antonio Maceo, publicado en la Revista Bohemia, agosto de 1996, titulado “El General Antonio Maceo y los médicos mambises”, dice sobre la importancia de la labor rendida por los médicos durante nuestras guerras de liberación, y hace mención, de que José Martí advirtió “el papel estratégico que podían jugar ellos como conspiradores por su función dentro de la sociedad, de ahí sus proféticas palabras al médico de Jagüey Grande,  doctor Martín Marrero Rodríguez, después coronel mambí, recogidas por Gonzalo de Quesada Miranda en su libro Anecdotario Martiano: “Los médicos son los mas apropiados y por lo tanto, serán los mejores delegados. Sus pasos en ninguna parte llaman la atención; siempre son bien recibidos. Todos le deben algo: unos la vida, otros dinero. El médico es quien mejor conoce los secretos de todos: por eso, está será la revolución de los médicos” (1) “El General Antonio Maceo y los médicos mambises”: Conferencia en la Revista Bohemia 89 (9): 64-66,abril 24 de 1997, en Cuadernos de historia No.82,1997, La Habana, Cuba
  Zertucha era médico de Melena del Sur, y junto a su colega el doctor Eugenio Molinet,  eran apreciados por sus vecinos,  desde el año de 1893 ambos entraron a formar parte del movimiento separatista.  Molinet tiene que abandonar el pueblo por una denuncia, el 6 de junio, amenazado de ser preso y remitido a la fortaleza de La Cabaña; y el 14 del mismo mes y año de 1895, se va para la provincia de Camagüey, ingresa en la fuerzas insurrectas con el grado de Coronel, y más tarde de la Jefatura de Sanidad del Tercer Cuerpo de aquel Ejército alcanzando al pasar el tiempo el de General.  Zertucha , no puede unirse a la Invasión cuando pasa por Melena del Sur, el 3 de enero de 1896, y se incorpora más tarde  en febrero en el ingenio “Teresa”, a las tropas del general Pedro Díaz y Molina, y se le da el mando de la brigada de Batabanó a La Habana, con el grado de comandante y más tarde el 13 de mayo es  ascendido a médico mayor con el grado de teniente-coronel, del que era jefe el coronel Hugo Roberts y Fernández. Al ser herido gravemente el doctor Roberts el 13 de junio de 1896, en el combate de San Gabriel de Lombillo, pasa Zertucha a ocupar su posición, y con el grado de coronel. Es llamado el 15 de junio de 1896, para ser médico del Mayor General Antonio Maceo. El 23 de junio es herido Maceo en combate y le asiste como su médico de la herida recibida en la acción de Tapia, ocho días después de ser nombrado su médico Al no mejorar el doctor Roberts, queda oficialmente como médico de Maceo.

  Zertucha sigue con Maceo , hasta su muerte ocurrida el 7 de diciembre de 1896. Cuando cae herido de muerte Maceo, lo reconoce y ve la gravedad de la herida. Según declararía más tarde, dice: “…el General mirando hacia la esquina de unión de las dos cercas, se inclinó al lado del brigadier Miró y tocándole el hombro con la mano que empuñaba el machete le dijo. ¡Esto va bien! Y acto continuo cayó herido como por un rayo entre mi caballo y el suyo, lanzando el machete hacia delante. Me desmonté enseguida, sostuve su cabeza con mi brazo izquierdo, procuré averiguar dónde estaba herido. Del lado derecho de la mandíbula inferior, junto al mentón, un chorro de sangre indicaba el punto de la herida, reconocí la mandíbula, encontrándola fracturada. El punto de la herida no explicaba los fenómenos generales que se presentaban –pérdida del habla, el ojo derecho sin vida, no así el izquierdo, en que se aumentaba la expresión; la cara cada vez más pálida y la algidez me hizo temer en término fatal….Un joven oficial que no conocía, por serme desconocidas las fuerzas de la Habana*  me ayudó a volverlo, y entonces me encontré otra herida del mismo proyectil por su dirección, que se encontraba en la parte posterior del lado derecho de la espalda, entre el omóplato y la columna vertebral; la dirección de la herida y los fenómenos generales me hicieron temer una hemorragia interna, como realmente resultó, muriendo en mis brazos al minuto más o menos de ser herido”.(* Este oficial fue seguramente el teniente-coronel Juan Manuel Sánchez, quien se había desmontado momentos antes para cortar la cerca de alambre y a los que le acompañaban, obligando al caudillo a detener su caballo constituyendo un fácil blanco de las balas enemigas) (2) “Máximo Zertucha y Ojeda El Último Médico de Maceo”Revista de la Biblioteca Nacional, La Habana, Cuba, 1958. Conferencia de divulgación histórica leída en extracto por su autor en la Fragua Martiana, en la noche del 7 de Diciembre de 1956, Luis F.Le Roy y Galvez, (p.190)


  Como se sabe Panchito Gómez Toro, muere en el mismo  lugar que Maceo, pero de distinta forma, como veremos después. El historiador y Dr. Luis F.Le-Roy y Galvez, en su estudio “Máximo Zertucha y Ojeda: El último Médico de Maceo”, muy interesante y lleno de investigaciones con respecto a Zertucha. Dice Le-Roy sobre la muerte de Panchito Gómez Toro: “Con respecto a la muerte del capitán Francisco Gómez Toro, antes de entrar a considerar el importantísimo papel que desempeñó Zertucha en su esclarecimiento, debemos recordar que el hecho en sí fue durante mucho tiempo objeto de múltiples conjeturas y de versiones más o menos oscuras y contradictorias. La circunstancia de que absolutamente nadie presenciara el final del heroico adolescente, fuera del guerrillero asesino que le remató, dio lugar a que cada cual se formase  su versión de lo sucedido, y que la fantasía desorbitada, nutriéndose en la maledicencia de racistas y de malos cubanos creara una leyenda infame alrededor de la muerte de Maceo en relación con su fiel ayudante Panchito Gómez Toro”.(3) “Todo esto lo hemos hecho y publicado en un libro que lleva por título Sobre la muerte del capitán Francisco Gómez Toro, editado en La Habana en 1952”(4). Zertucha  en el momento que atendía a Maceo, llega Panchito, y cae herido. Y a Zertucha le es imposible remover el cuerpo de Maceo, y se dedica a curar a los heridos , después de dejar a Maceo. Lo que alli paso fue engrandecido por los españoles, para despretigiar a los cubanos, diciendo que Panchito, había matado a Maceo, pues le hacía sombra a su padre. Y nada de esto fue verdad. Investigaciones posteriores confirmaron que Panchito Gómez Toro, al caer herido es rematado por un guerrillero, y es encontrado por estos  en su bolsillo un diario donde le decía a la familia que se suicidaba, cosa que desconocía Zertucha. Le-Roy, dice: “ Zertucha describió los últimos momentos de Panchito Gómez Toro, aquéllos que precedieron a su muerte, en las mismas fuentes de información que hemos señalado para la de Maceo, a las cuales habría de añadir para que estuviesen completas, una entrevista que le celebró un reportero del Diario de la Marina el 11 de diciembre de 1896”.(5). Diferentes periódicos  publicaron lo reportado por las autoridades españolas, entre ellos “La Lucha”, “Diario de la Marina”, el “New York Herald” de Nueva York (enemigo acérrimo de los cubanos). En entrevista a los periódicos después de presentarse,  dice Zertucha al periodista del “New York Herald” en La Habana el 18 de diciembre: “No encontrando a quien combatir los españoles se retiraron, y creo que cuando Gómez vió aproximarse a los tres guerrilleros él mismo se mató con el cuchillo que se menciona como de Maceo, pero que en realidad era de él. Esto lo infiero del hecho de que cuando el destacamento enviado por Díaz trajo los cadáveres, examiné el de Gómez y ví que tenía una cuchillada en el pecho”.(6). Hay un dato muy importante, Zertucha se equivoca al decir el destacamento de Díaz, es sabido por todos los que estaban allí y sobrevivieron aquel momento que fue el coronel Juan Delgado, que pudo conseguir que un reducido grupo de soldados le siguiera para recuperar el cadáver de Maceo (ellos no sabían que Panchito estaba muerto también). Le-Roy aclara: “Pedro Díaz no intervino para nada en el recobro de los dos cadáveres, hasta el punto de no estar presente en el grupo de valientes que los recuperaron, como tampoco estuvieron el brigadier Miró, Jefe del Estado Mayor de Maceo, y el general Sánchez Figueredo que eran los tres jefes de mayor graduación. El error es de  Zertucha, quien por hallarse apartado atendiendo a los heridos, ignoró, probablemente, la forma precisa como se produjo la recuperación de los dos cadáveres”.(7) Sobre lo del suicidio de Panchito, se entera Zertucha por la prensa española. Hay que poner bien claro que sobre lo sucedido ese día, hay diferentes versiones, entre ellas las que narra los detalles del combate, y aparecen los Generales de Brigada José Miró y Pedro Díaz  como los verdaderos héroes y que son ellos los que rescatan el cuerpo de Maceo y Panchito Gómez Toro, que fue desmentida. Proponiendo el General Gómez al Consejo de gobierno el ascenso a Mayor General del brigadier Pedro Díaz. Pero al presentarse el brigadier Silverio Sánchez Figueras con la versión de lo sucedido, cambió totalmente lo reportado por el General Díaz. Siendo el verdadero héroe el coronel Juan Delgado con un grupo de su regimiento de Santiago de las Vegas, y uno de sus oficiales que iba explorando el terreno encuentra el cadáver es José Miguel Hernández. En ese momento la tropa española se retiraba, pero antes tres guerrilleros habían despojado de la ropa a Maceo y Gómez Toro, rematado este último de un machetazo. El informe ofrecido por el brigadier Silverio Sánchez, que aparece en el libro de Enrique Loynaz del Castillo. Dicha narración fue confirmada por el general Alberto Nodarse.

Bibliografía

1-      Gregorio Delgado García, “El General Antonio Maceo y los médicos mambises”. Conferencia publicada en la Revista Bohemia, 89 (9): 64-66, abril 24 de 1997 en Cuadernos de Historia, No. 82, 1997, La Habana, Cuba
2-      Luis F. Le Roy y Galvez, “Máximo Zertucha y Ojeda. El Último Médico de Maceo”. Conferencia en la Fragua Martiana, en la noche del 7 de Diciembre de 1956, Revista de la Biblioteca Nacional, La Habana, Cuba, 1958
3-      Le Roy y Galvez, “El último médico…”
4-      Le Roy y Galvez, Sobre la muerte del capitán Francisco Gómez Toro, La Habana, Cuba, 1952
5-      Le Roy y Galvez, “El último médico…”
6-      “New York Herald” Diciembre 1896
7-      Le Roy y Galvez, “El último médico…”
8-      Manuel Piedra Martel, Mis primeros treinta años, Editorial Minerva, la Habana, 1943, (p.432-435)
9-      Piedra Martel, “Mis primeros…”
10-  Piedra Martel, “Mis primeros…”
11-  Carta de Máximo Zertucha a Máximo Gómez
12-  George Bronson Rea, Facts and Fakes about Cuba, New York, 1897, p. 23
13-  Rafael Soto Paz, “El médico de Maceo ¿ Fue Zertucha un traidor?, Cuadernos de Historia, No. 82, 1997. Cuba
14-  Miguel Lugones, “Zertucha: médico que tuvo que enfrentar la calumnia y la injusticia”, Revista Cubana Me. Gen., 2004, La Habana, Cuba
15-  Miguel Lugones, “Zertucha: médico…”
16-  Miguel Lugones, “Zertucha: médico…”
17-  Miguel Lugones, “Zertucha: médico…”
18-  Leonardo Griñan Peralta, Antonio Maceo. Análisis caracteriológico, Edit. Trópico, La Habana, 1956, p. 210-214
19-  Griñan Peralta, “Antonio Maceo…”
20-  Griñan Peralta, “Antonio Maceo…”
21-  Griñan Peralta, “Antonio Maceo…”
22-  Griñan Peralta, “Antonio Maceo…”
23-  Soto Paz, “El médico de Maceo…”
24-  Le Roy y Galvez, “Máximo Zertucha…”
25-  Le Roy y Galvez, “Sobre la muerte…”
26-  Suelto de médicos acusando a Zertucha, 9 de diciembre de 1898
27-  Le Roy y Galvez, “Máximo Zertucha…”
28-  Máximo Zertucha, “Habla Zertucha”
29-  Máximo Zertucha, “Habla Zertucha”
30-  Máximo Zertucha, “Carta abierta al General Máximo Gómez”, 12 de diciembre de 1899
31-  Máximo Zertucha, “Carta abierta…”
32-  Ramón Vasconcelos, “Cargas al Machete”, Revista de Bohemia, 12 de diciembre de 1948
33-  Benigno Souza, “Zertucha, aclaración” (s/f)
34-  Enrique Loynaz del Castillo, Memorias de la Guerra, 2da edición, reeditada por Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1989
35-  Loynaz del Castillo, “Memorias…”
36-  Loynaz del Castillo, “Memorias…”

37-  Loynaz del Castillo, “Memorias…”

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