Máximo Zertucha
René León
Primera Parte
El General Antonio Maceo, fue
acompañado siempre por un médico durante su campaña en la manigua cubana, para
en caso de sentirse enfermo o ser herido, como lo fue varias veces, tuviera a
su lado a un médico que lo pudiera atender. Según los historiadores fueron tres
sus médicos en el año de 1896. El primero fue un médico puerto-riqueño, que
sequía viviendo allá por el año de 1956 en Santiago de Cuba, su nombre era el
doctor Guillermo Fernández Mascaró. El otro lo fue un distinguido vecino de
Trinidad, el doctor Hugo Roberts y Fernández, fallecido por los años 50. El tercero y último de ellos, natural de la
provincia de La Habana, Máximo Zertucha y Ojeda, fue nombrado el 15 de junio de
1896, a quien le cupo la gloria de que
Maceo muriera de las heridas, en la batalla de San Pedro, en sus brazos.
Fallecido a principios de 1900, el cual tuvo que pasar por el bochorno de ser
acusado injustamente por los laborantes en Jacksonville, en especial, de haber
traicionado a Maceo y la revolución.
El Dr. Gregorio Delgado García, en
su escrito presentado en el Centenario de la muerte del General Antonio Maceo,
publicado en la Revista Bohemia, agosto de 1996, titulado “El General Antonio Maceo
y los médicos mambises”, dice sobre la importancia de la labor rendida por los
médicos durante nuestras guerras de liberación, y hace mención, de que José
Martí advirtió “el papel estratégico que podían jugar ellos como conspiradores
por su función dentro de la sociedad, de ahí sus proféticas palabras al médico
de Jagüey Grande, doctor Martín Marrero
Rodríguez, después coronel mambí, recogidas por Gonzalo de Quesada Miranda en
su libro Anecdotario Martiano: “Los
médicos son los mas apropiados y por lo tanto, serán los mejores delegados. Sus
pasos en ninguna parte llaman la atención; siempre son bien recibidos. Todos le
deben algo: unos la vida, otros dinero. El médico es quien mejor conoce los
secretos de todos: por eso, está será la revolución de los médicos” (1) “El
General Antonio Maceo y los médicos mambises”: Conferencia en la Revista
Bohemia 89 (9): 64-66,abril 24 de 1997, en Cuadernos de historia No.82,1997, La
Habana, Cuba
Zertucha era médico de Melena del
Sur, y junto a su colega el doctor Eugenio Molinet, eran apreciados por sus vecinos, desde el año de 1893 ambos entraron a formar
parte del movimiento separatista.
Molinet tiene que abandonar el pueblo por una denuncia, el 6 de junio,
amenazado de ser preso y remitido a la fortaleza de La Cabaña; y el 14 del
mismo mes y año de 1895, se va para la provincia de Camagüey, ingresa en la
fuerzas insurrectas con el grado de Coronel, y más tarde de la Jefatura de
Sanidad del Tercer Cuerpo de aquel Ejército alcanzando al pasar el tiempo el de
General. Zertucha , no puede unirse a la
Invasión cuando pasa por Melena del Sur, el 3 de enero de 1896, y se incorpora
más tarde en febrero en el ingenio
“Teresa”, a las tropas del general Pedro Díaz y Molina, y se le da el mando de
la brigada de Batabanó a La Habana, con el grado de comandante y más tarde el
13 de mayo es ascendido a médico mayor
con el grado de teniente-coronel, del que era jefe el coronel Hugo Roberts y
Fernández. Al ser herido gravemente el doctor Roberts el 13 de junio de 1896,
en el combate de San Gabriel de Lombillo, pasa Zertucha a ocupar su posición, y
con el grado de coronel. Es llamado el 15 de junio de 1896, para ser médico del
Mayor General Antonio Maceo. El 23 de junio es herido Maceo en combate y le
asiste como su médico de la herida recibida en la acción de Tapia, ocho días
después de ser nombrado su médico Al no mejorar el doctor Roberts, queda
oficialmente como médico de Maceo.
Zertucha sigue con Maceo , hasta su
muerte ocurrida el 7 de diciembre de 1896. Cuando cae herido de muerte Maceo,
lo reconoce y ve la gravedad de la herida. Según declararía más tarde, dice: “…el General mirando hacia
la esquina de unión de las dos cercas, se inclinó al lado del brigadier Miró y
tocándole el hombro con la mano que empuñaba el machete le dijo. ¡Esto va bien!
Y acto continuo cayó herido como por un rayo entre mi caballo y el suyo,
lanzando el machete hacia delante. Me desmonté enseguida, sostuve su cabeza con
mi brazo izquierdo, procuré averiguar dónde estaba herido. Del lado derecho de
la mandíbula inferior, junto al mentón, un chorro de sangre indicaba el punto
de la herida, reconocí la mandíbula, encontrándola fracturada. El punto de la
herida no explicaba los fenómenos generales que se presentaban –pérdida del
habla, el ojo derecho sin vida, no así el izquierdo, en que se aumentaba la
expresión; la cara cada vez más pálida y la algidez me hizo temer en término
fatal….Un joven oficial que no conocía, por serme desconocidas las fuerzas de
la Habana* me ayudó a volverlo, y
entonces me encontré otra herida del mismo proyectil por su dirección, que se
encontraba en la parte posterior del lado derecho de la espalda, entre el
omóplato y la columna vertebral; la dirección de la herida y los fenómenos
generales me hicieron temer una hemorragia interna, como realmente resultó, muriendo
en mis brazos al minuto más o menos de ser herido”.(* Este oficial fue
seguramente el teniente-coronel Juan Manuel Sánchez, quien se había desmontado
momentos antes para cortar la cerca de alambre y a los que le acompañaban,
obligando al caudillo a detener su caballo constituyendo un fácil blanco de las
balas enemigas) (2) “Máximo Zertucha y Ojeda El Último Médico de Maceo”Revista
de la Biblioteca Nacional, La Habana, Cuba, 1958. Conferencia de divulgación
histórica leída en extracto por su autor en la Fragua Martiana, en la noche del
7 de Diciembre de 1956, Luis F.Le Roy y Galvez, (p.190)
Como se sabe Panchito
Gómez Toro, muere en el mismo lugar que
Maceo, pero de distinta forma, como veremos después. El historiador y Dr. Luis
F.Le-Roy y Galvez, en su estudio “Máximo Zertucha y Ojeda: El último Médico de
Maceo”, muy interesante y lleno de investigaciones con respecto a Zertucha.
Dice Le-Roy sobre la muerte de Panchito Gómez Toro: “Con respecto a la muerte
del capitán Francisco Gómez Toro, antes de entrar a considerar el
importantísimo papel que desempeñó Zertucha en su esclarecimiento, debemos
recordar que el hecho en sí fue durante mucho tiempo objeto de múltiples
conjeturas y de versiones más o menos oscuras y contradictorias. La
circunstancia de que absolutamente nadie presenciara el final del heroico
adolescente, fuera del guerrillero asesino que le remató, dio lugar a que cada
cual se formase su versión de lo
sucedido, y que la fantasía desorbitada, nutriéndose en la maledicencia de
racistas y de malos cubanos creara una leyenda infame alrededor de la muerte de
Maceo en relación con su fiel ayudante Panchito Gómez Toro”.(3) “Todo esto lo
hemos hecho y publicado en un libro que lleva por título Sobre la muerte del capitán Francisco Gómez Toro, editado en La
Habana en 1952”(4). Zertucha en el
momento que atendía a Maceo, llega Panchito, y cae herido. Y a Zertucha le es
imposible remover el cuerpo de Maceo, y se dedica a curar a los heridos ,
después de dejar a Maceo. Lo que alli paso fue engrandecido por los españoles,
para despretigiar a los cubanos, diciendo que Panchito, había matado a Maceo,
pues le hacía sombra a su padre. Y nada de esto fue verdad. Investigaciones
posteriores confirmaron que Panchito Gómez Toro, al caer herido es rematado por
un guerrillero, y es encontrado por estos
en su bolsillo un diario donde le decía a la familia que se suicidaba,
cosa que desconocía Zertucha. Le-Roy, dice: “ Zertucha describió los últimos
momentos de Panchito Gómez Toro, aquéllos que precedieron a su muerte, en las
mismas fuentes de información que hemos señalado para la de Maceo, a las cuales
habría de añadir para que estuviesen completas, una entrevista que le celebró
un reportero del Diario de la Marina el
11 de diciembre de 1896”.(5). Diferentes periódicos publicaron lo reportado por las autoridades
españolas, entre ellos “La Lucha”, “Diario de la Marina”, el “New York Herald”
de Nueva York (enemigo acérrimo de los cubanos). En entrevista a los periódicos
después de presentarse, dice Zertucha al
periodista del “New York Herald” en La Habana el 18 de diciembre: “No
encontrando a quien combatir los españoles se retiraron, y creo que cuando
Gómez vió aproximarse a los tres guerrilleros él mismo se mató con el cuchillo
que se menciona como de Maceo, pero que en realidad era de él. Esto lo infiero
del hecho de que cuando el destacamento enviado por Díaz trajo los cadáveres,
examiné el de Gómez y ví que tenía una cuchillada en el pecho”.(6). Hay un dato
muy importante, Zertucha se equivoca al decir el destacamento de Díaz, es
sabido por todos los que estaban allí y sobrevivieron aquel momento que fue el
coronel Juan Delgado, que pudo conseguir que un reducido grupo de soldados le
siguiera para recuperar el cadáver de Maceo (ellos no sabían que Panchito estaba
muerto también). Le-Roy aclara: “Pedro Díaz no intervino para nada en el
recobro de los dos cadáveres, hasta el punto de no estar presente en el grupo
de valientes que los recuperaron, como tampoco estuvieron el brigadier Miró,
Jefe del Estado Mayor de Maceo, y el general Sánchez Figueredo que eran los
tres jefes de mayor graduación. El error es de Zertucha, quien por hallarse apartado
atendiendo a los heridos, ignoró, probablemente, la forma precisa como se
produjo la recuperación de los dos cadáveres”.(7) Sobre lo del suicidio de
Panchito, se entera Zertucha por la prensa española. Hay que poner bien claro
que sobre lo sucedido ese día, hay diferentes versiones, entre ellas las que
narra los detalles del combate, y aparecen los Generales de Brigada José Miró y
Pedro Díaz como los verdaderos héroes y
que son ellos los que rescatan el cuerpo de Maceo y Panchito Gómez Toro, que
fue desmentida. Proponiendo el General Gómez al Consejo de gobierno el ascenso
a Mayor General del brigadier Pedro Díaz. Pero al presentarse el brigadier
Silverio Sánchez Figueras con la versión de lo sucedido, cambió totalmente lo
reportado por el General Díaz. Siendo el verdadero héroe el coronel Juan
Delgado con un grupo de su regimiento de Santiago de las Vegas, y uno de sus
oficiales que iba explorando el terreno encuentra el cadáver es José Miguel
Hernández. En ese momento la tropa española se retiraba, pero antes tres
guerrilleros habían despojado de la ropa a Maceo y Gómez Toro, rematado este
último de un machetazo. El informe ofrecido por el brigadier Silverio Sánchez,
que aparece en el libro de Enrique Loynaz del Castillo. Dicha narración fue
confirmada por el general Alberto Nodarse.
Bibliografía
1- Gregorio Delgado García,
“El General Antonio Maceo y los médicos mambises”. Conferencia publicada en la
Revista Bohemia, 89 (9): 64-66, abril 24 de 1997 en Cuadernos de Historia, No. 82, 1997, La Habana, Cuba
2- Luis F. Le Roy y Galvez,
“Máximo Zertucha y Ojeda. El Último Médico de Maceo”. Conferencia en la Fragua
Martiana, en la noche del 7 de Diciembre de 1956, Revista de la Biblioteca
Nacional, La Habana, Cuba, 1958
3- Le Roy y Galvez, “El
último médico…”
4- Le Roy y Galvez, Sobre la muerte del capitán Francisco Gómez
Toro, La Habana, Cuba, 1952
5- Le Roy y Galvez, “El
último médico…”
6- “New York Herald”
Diciembre 1896
7- Le Roy y Galvez, “El
último médico…”
8- Manuel Piedra Martel, Mis primeros treinta años, Editorial
Minerva, la Habana, 1943, (p.432-435)
9- Piedra Martel, “Mis primeros…”
10- Piedra Martel, “Mis
primeros…”
11- Carta de Máximo Zertucha
a Máximo Gómez
12-
George
Bronson Rea, Facts and Fakes about Cuba , New
York , 1897, p. 23
13- Rafael Soto Paz, “El médico
de Maceo ¿ Fue Zertucha un traidor?, Cuadernos
de Historia, No. 82, 1997. Cuba
14- Miguel Lugones,
“Zertucha: médico que tuvo que enfrentar la calumnia y la injusticia”, Revista
Cubana Me. Gen., 2004, La Habana, Cuba
15- Miguel Lugones,
“Zertucha: médico…”
16- Miguel Lugones,
“Zertucha: médico…”
17- Miguel Lugones,
“Zertucha: médico…”
18- Leonardo Griñan Peralta, Antonio Maceo. Análisis caracteriológico,
Edit. Trópico, La Habana, 1956, p. 210-214
19- Griñan Peralta, “Antonio
Maceo…”
20- Griñan Peralta, “Antonio
Maceo…”
21- Griñan Peralta, “Antonio
Maceo…”
22- Griñan Peralta, “Antonio
Maceo…”
23- Soto Paz, “El médico de Maceo…”
24- Le Roy y Galvez, “Máximo
Zertucha…”
25- Le Roy y Galvez, “Sobre
la muerte…”
26- Suelto de médicos
acusando a Zertucha, 9 de diciembre de 1898
27- Le Roy y Galvez, “Máximo
Zertucha…”
28- Máximo Zertucha, “Habla
Zertucha”
29- Máximo Zertucha, “Habla
Zertucha”
30- Máximo Zertucha, “Carta
abierta al General Máximo Gómez”, 12 de diciembre de 1899
31- Máximo Zertucha, “Carta
abierta…”
32- Ramón Vasconcelos,
“Cargas al Machete”, Revista de Bohemia, 12 de diciembre de 1948
33- Benigno Souza, “Zertucha,
aclaración” (s/f)
34- Enrique Loynaz del Castillo,
Memorias de la Guerra, 2da edición,
reeditada por Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1989
35- Loynaz del Castillo,
“Memorias…”
36- Loynaz del Castillo,
“Memorias…”
37- Loynaz del Castillo,
“Memorias…”
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