foto tomado de: 1001 Consejos |
Por: Antonio A. Acosta
El 14 de noviembre del presente hará un
año que el caro amigo y colega Dr. Rowland
J. Bosch nos dijo adiós. Presidente
por un término y 1er Vice- Presidente por dos términos del Colegio Nacional de
Periodistas de Cuba (Exilio) Delegación de New Jersey y New York, la cual
presido, fue uno de los grandes pilares
de nuestra institución. Escritor,
periodista, poeta, farmacéutico fue una figura inolvidable al cual siempre
recordaremos con admiración y gratitud.
“Príncipe del Soneto” como le nombró nuestra
Delegación del Colegio de Periodistas, por la excelencia en su decir
poético, nos deleitaba con sus charlas,
sus anécdotas de Cuba, su poesía y sus conocimientos de historia. Aficionado a la ópera y barítono, frecuentemente disfrutábamos de su cantar y su
música del bel canto en nuestras reuniones.
Hombre bondadoso y altruista conjuntamente con su querida esposa
Milagros, nos brindaron su hogar desinteresadamente para celebrar las
reuniones mensuales de trabajo y
coordinación de nuestro Colegio por muchísimos años, donde después de terminar
con las mismas, Milagros nos brindaba una
exquisita comida hecha por ella y su hijo Roly con su gran talento musical
interpretaba piezas al piano.
Son muchas las experiencias y vivencias que
compartimos juntos Rowland y yo a través
de los años. En el año 2012 publicamos un
pequeño poemario titulado “ Dos Poetas: Dos Estilos” editado por René León Publishing y confieso que por mi
parte fue un honor compartir este proyecto con él. Compañeros de trabajo en el Lincoln Hospital
en el Bronx, New York por varios años,
él como Farmacéutico y yo como Social Worker. Las inolvidables vacaciones que
disfrutamos mi esposa Cuqui y yo con
ellos en su casa de Santo Domingo y tantas inquietudes y desvelos por la causa
de nuestra patria Cuba que sería muy largo mencionarlo todo. Hombre extremadamente generoso y caritativo,
siempre dispuesto a ayudar a cualquier necesitado no solo afectivamente sino
económicamente.
Por iniciativa de Rowland y aprobado por el resto de
nuestra Delegación del Colegio de Periodistas, yo fui nombrado “Poeta del Destierro Cubano”, por el cual
siempre le estaré agradecido.
Con su despedida el mundo de las letras perdió un gran
escritor y poeta, el Exilio heroico un valioso combatiente y el Colegio de Periodistas de Cuba en el Exilio un hermano
insustituible.
Rowland, nunca
te olvidaremos y en el espacio donde te halles estarás por siempre con
nosotros. Puedo decir con verdadera
satisfacción que disfruté extremadamente de tu amistad, así como disfrutamos de
la de tu amantísima esposa Milagros, quien por su profundo amor a ti y su comportamiento de buena esposa, madre y cristiana
tiene muy ganada la eterna gloria.
Nuestra Delegación del C.N.P. simbólicamente ha
decretado un estatuto que reza así:
“Se prohíbe olvidar”.
Nuestro amigo Rowland J. Bosch siempre estará presente
en nuestros corazones y oramos porque Dios lo acoja eternamente en su seno
celestial.
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