Por Lola Benítez Molina
La conocí de manera inesperada. Tenía
lágrimas en los ojos y le pregunté qué le pasaba. Aparentaba fragilidad, pero
en sus ojos había una inmensa fortaleza, encerraban algún misterio. Al mismo
tiempo, desprendía una gran dulzura.
Por eso plasmo
aquí esta historia, que me dejó huella. Me la contó cuando estaba a punto de
irse y no quiero que quede en el olvido.
“ Hoy ya sólo me queda llorar. Ya es
tarde. Dicen que veinte años no es nada, y entre nosotros fue una gran muralla.
Tú tenías tu vida hecha y yo aún no la había empezado. Ahora yo la tengo
encauzada y tú te vas acercando a tu ocaso. Entre medias, se nos voló el
tiempo”.
Parecía que lo estaba viendo. Al fin se
atrevía a hablar, pero como bien dijo: ya era tarde.
“Pero tú no te irás. Quedarás aquí
omnipresente y yo esbozaré una eterna sonrisa. ¡Cuántas veces te hubiera
llamado! Pero no. Lo que ha durado toda una vida se habría esfumado en dos
segundos. Al contacto con la realidad todo se habría desmoronado. Y qué bonito
es soñar; es algo sublime y, a la vez, qué sufrimiento. Recuerda, siempre
estarás en mi sonrisa. Siento un profundo dolor que ni tú mismo podrías
borrar”.
Dicho esto exhaló.
A veces tratamos a las personas mayores
como si no tuvieran sentimientos, pasamos por delante de ellas y ni siquiera
las vemos porque solo admiramos la juventud y la belleza. Olvidamos que tienen
mucho que enseñarnos. A ellas también deberíamos saber escucharlas.
La sabiduría es un don que se adquiere
con los años y la experiencia que nos da la vida y, por supuesto, cultivando el
intelecto.
Sus arrugas representan los surcos de la
vida, pero sus sentimientos siguen siendo los mismos de siempre. Todos
necesitamos del afecto de los demás y poder ser comprendidos.
“Debería haber tenido dos corazones,
refiere Amin Maalouf, el primero insensible, el segundo constantemente
enamorado, habría confiado éste último a aquellas personas por las que palpita
y con el otro hubiese vivido feliz”, aunque “si dos personas se quieren,
manifiesta E. Hemingway, no puede haber final feliz”.
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