Seguidores

Buscar este blog

Vistas de página en total

martes, 1 de enero de 2019

Aventuras y Desventuras de Vasco Nuñez de Balboa:

 Los hombres que lo acompañaron en el Descubrimiento del Mar del Sur

René León

  Para poder escribir sobre Vasco Nuñez de Balboa me he basado en los relatos de los cronistas y las fuentes de información de la época. Es triste decirlo, pero funcionarios españoles de aquella época, por celos u odios humanos contra él, trataron de destruir sus informes al rey. Sólo se conservan muy pocos y algunas cartas. Como dice Manuel Lucena Armoral: "Narrar la vida de Balboa es casi un afrenta a su figura porque el historiador sólo puede anotar lo que sabe con exactitud y esto es tan poco y tan pobre que parece insignificante frente a lo que se ignora". (1) La investigadora Kathleen Ramoli, al referirse a los informes que se enviaban a la corte sobre Balboa, nos dice: "Puesto que es correspondencia oficial la que se ha conservado ; Puesto que en la de Darién predominaba la expresión de una conjura para arruinar a Balboa, y puesto que, además, se trataba de presentar una administración corrompida como ejemplo de cándida pulcritud, es evidente que dichos informes no pueden ser tomados al pie de la letra."(2) 

  Entre los cronistas que dejaron información sobre la colonia de Darién, se puede mencionar a Pedro Mártir de Anglería, que nunca fue a las Indias, pero que hablaba con todos los que venían de aquellas tierras y por las referencias y cartas recibidas en la corte de los viajeros que visitaban al rey. Las Casas nunca visitaría el Darién, pero sí conocía a muchos de los que fueron y en especial a Balboa. Muchas de sus referencias las toma de Pedro Mártir, como hicieron otros cronistas. Gonzalo Fernández de Oviedo, fue veedor y escribano nombrado por el rey en Darién cuando estaba Balboa, pero estaría poco tiempo. Volvería al pasar los años, y reportaría a la corte de los abusos de Pedrarias. El resto de las informaciones son las que aparecen en los Archivos de Sevilla, Colombia y Panamá. 

  Sobre sus primeros años no se tiene mucha información, para así poder tener referencias sobre su niñez y familia. Se dice que nació en 1475 en Jerez de los Caballeros. Su padre se llamaba Nuño Arias Balboa, de familia hidalga, pero pobre. Su educación empieza cuando entra de criado en la casa de don Pedro Puertocarrero, Señor de Moguer, conocido por el sordo señor de Moguer. Allí él aprende a leer, escribir y el manejo de las armas. Saldría de aquella casa de escudero. Como se recordará es en Palos de la Frontera, de donde Colón sale a descubrir la ruta de las Indias, y cerca de allí se encuentra Moguer. 

  Se dice que llega a Sevilla en el año de 1499 o principios de 1500, en busca de aventuras, pero en especial, viajar a las nuevas tierras descubiertas. Se prepara una expedición para descubrir y colonizar, dirigida por Rodrigo de Bastidas que llevaba como piloto al ya conocido y respetado navegante Juan de la Cosa. 

  El 5 de junio de 1500 se obtiene la licencia para "descubrir islas o tierra firme, en las Indias o en cualquier parte". Balboa figura como escudero, tenía 25 años con muchos sueños de grandeza. Al pasar los años y haberlo conocido en La Española, el padre De Las Casas, diría sobre él:'' Mancebo de hasta treinta y cinco años o poco más años, bien alto y dispuesto de cuerpo, y buenos miembros y fuerzas, y gentil gesto de hombre muy entendido, y hasta para sufrir mucho trabajo".(3) Todos aquellos que lo conocían se quedaban impresionados por su manera de ser, franca, altiva y su elocuencia que lo ayudaría en su trato con los soldados e indios en Tierra Firme, más tarde conocida por Castilla del Oro. Rodrigo de Bastidas no impresionaba a sus hombres, porque no contaba con experiencia militar, su profesión era la de escribano público en Sevilla. El obispo don Rodríguez de Fonseca, hombre de confianza del Rey, le había dado el visto bueno a la expedición. No saldrían hasta mediados de marzo de 1501. Llegarían a Venezuela por el oriente costeando hasta llegar a la costa atlántica de Colombia. Seguirían haciendo rescate con los indios, a los cuales les daban bisuterías por oro, perlas y especies. Llegarían por la costa a lo que más adelante se llamaría Darién. Balboa iba memorizando todo aquello, que años después le serviría, como se pudo comprobar. Bastidas y De la Cosa, al ver el mal estado de las naves por culpa de la "broma", que estaba pudriendo las maderas, deciden volver a La Española. Naufragarían frente a sus costas a finales de febrero de 1502. 

  Decide Balboa quedarse en La Española, y el gobernador Fray Nicolás. de Ovando, lo utiliza en su campaña de pacificación contra los indios. Por sus servicios se le concede un repartimiento de tierra e indios en Salvatierra de la Sabana. Se dedica a la crianza de cerdos, pero hombre joven y sin experiencia en negocios, es atraído por el juego, perdiendo todo lo que tenía, y se endeuda con algunos vecinos. 

  Al llegar a España, Bastidas y De la Cosa, y saberse los resultados de la expedición, son recibidos en Alcalá de Henares por el Rey en febrero de 1503. El entusiasmo crece en la corte. Pero lo que no pudieron pensar, es que sería donde dejarían sus huesos muchos de los que fueron allá. Se hablaba de la riqueza de las minas, y muchos optaron por solicitar permiso a la corona, pero sólo tres serían los beneficiados. Alonso de Ojeda (Hojeda), nombrado gobernador de Coquibacoa, Juan de la Cosa y Cristóbal Guerra. La primera expedición en partir sería la de Guerra, y después la de Juan de la Cosa. La de Ojeda nunca saldría de La Española, por los contratiempos que tendría con el gobernador. 

  Juan de la Cosa en su travesía, hizo acopio de oro, perlas y palo brasil. Llega al área más tarde conocida por Cartagena donde se encontraba la expedición de Guerra. Juntas hacen una redada en una aldea cercana, donde tienen varios encuentros con los indios. De la Cosa continúa su ruta hasta el área de Urabá. Las naves se encontraban en mal estado, las desmantelan y descargan las mercancías y lo encontrado en la expedición, y se levanta un fuerte para protegerse. Una mortífera enfermedad va diezmando a los expedicionarios. Deciden regresar en dos bergantines que construyen. Diez soldados se quedan en el pequeño fuerte, regresando el resto a La Española, llegando en febrero de 1506. El valor de lo rescatado llegaría a 11,850 pesos de oro y 50 libras de perlas. 

  La situación en España ha cambiado. Se preparan otras expediciones. Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda solicitan permiso para colonizar la tierra firme. Se les concede. Las concesiones son firmadas el 9 de junio de 1508. Salen de Sanlúcar de Barrameda el 9 de septiembre de 1509. Al llegar a La Española se hacen los preparativos finales para completar la tripulación y los suministros. La primera en salir es la de Ojeda, que con De la Cosa de piloto se dirige a Cartagena, que ya ellos conocían. La expedición de Nicuesa partiría después, por todas las inconvenien­ cias que le pondría el gobernador. Se dicta un aviso o edicto donde se prohibía enrolarse a aquellos que tenían deudas, para que así desistiesen de hacerlo, cualquiera que fuera sorprendido sería enviado a la mazmorra. Balboa deseaba ir en la expedición del Bachiller Enciso que se preparaba a partir y solicita ayuda de su amigo Bartolomé Hurtado, para que lo introdujera escondido en uno de los barcos. Es llevado a bordo dentro de un tonel vació, su perro Leoncico hijo del famoso Becerillo, que Ponce de León utilizó en Puerto Rico contra los indios, también sube a bordo. Salen del puerto y cuando ya el barco se encontraba en alta mar, se presenta Balboa. Enciso se pone furioso al verlo, porque se sentía burlado y lo amenaza en dejarlo en una isla desierta, los amigos de Balboa interceden por él, al fin Enciso lo deja con la condición de jurarle obediencia.

  Mientras estas cosas sucedían en la expedición de Enciso, Ojeda había llegado al área de Cartagena y se decide a construir un fuerte. De la Cosa se opone desde el primer momento, él decía que los indios eran como "fieras", y que era mejor ir a Urabá, pero predominaba la opinión de Ojeda. Se decide salir de excursión contra los poblados cercanos, siendo muerto De la Cosa. La expedición de Nicuesa llega a Cartagena en el momento que se preparaba Ojeda con sus hombres a abandonar las pocas construcciones que se habían levantado e irse, porque los indios le habían causado muchas bajas. Deciden atacar al cacique de Turbaco, que tanto daño les había causado. Desde allí Nicuesa sigue hasta su gobernación de Veragua, y Ojeda hacia Urabá, con objeto de construir un fuerte. Las fiebres y los indios le van causando muchas bajas. Ojeda decide regresar a La Española por ayuda, y deja un pequeño grupo de expedicionarios con Francisco Pizarro. Al pasar los días y ver lo insostenible del fuerte, decide salir y llega al área de Cartagena, donde se encuentra con Enciso y sus hombres. Explica el motivo del abandono de San Sebastián de Urabá. El sitio no era practico, tierra poco fértil, y los indios usaban flechas envenenadas. Pero Enciso ordena que regresen y no admite más disculpas a Pizarro, siendo acusado de cobarde. Regresan todos y las naves escorarían en la costa baja cerca de Urabá, perdiendo gran parte de los suministros y equipos militares. Se decide levantar nuevamente un fuerte. Los indios los atacan a diario. El malestar se va acrecentando entre los hombres de Enciso, y empiezan los amagos de motín. Otros creían que lo que este deseaba era quedarse con todo el oro y volver a La Española. Balboa conocedor de aquellas costas por haber estado anteriormente, le aconseja a Enciso abandonar el fuerte y fundar otro al lado del río Atrato. Le dice a Enciso:"...yo me acuerdo que los años pasados viniendo por esta costa con Rodrigo de Bastidas a descubrir, entramos en este golfo, y a la parte de Occidente, a mano derecha, según me parece, salimos en tierra firme y vimos un poblado de la otra banda de un gran río, que tenía muy fresca y abundante tierra de comida, y la gente della no ponía hierba (veneno) en sus flechas". (4) 

  Los cronistas Las Casas y Oviedo acusan a Balboa de ser el responsable del descontento contra Enciso. Otros historiadores dicen que él sabía que aquellas tierras pertenecían a Diego Nicuesa, que puede ser verdad, aunque yo lo dudo, la mala dirección de Enciso y su carácter fueron los responsables de las protestas y descontento general contra él. La primera confrontación contra los indios del cacique Cemaco fue indecisa para ambas partes. Los españoles le rogaron a la virgen sevillana Santa María la Antigua que los protegiera y así fue. Sería levantado el primer poblado de Tierra Firme, con el nombre de Santa María la Antigua del Darién. El fuerte de Urabá quedaba abandonado en noviembre de 1510. 

  Todos los días los hombres encontraban motivos de quejas contra Enciso. Se reunían y discutían viendo la forma de quitarle el mando. Al fin deciden deponerlo de su autoridad, pero sin violencia como aconsejaría Balboa. Se decide escoger los nuevos alcaldes del poblado porque aquello no se podía llamar villa, Son elegidos alcaldes: Vasco Núñez de Balboa, Benito Palazuelo; tesorero, el doctor Alberto; alguacil, Bartolomé Hurtado; regidores, Diego Albítez, Martín de Zamudio, Esteban Barrantes y Juan de Valdivia, 

  Vasco Núñez de Balboa supo cruzar con éxito todas las dificultades que se le presentaron en su camino, desde que metido en un tonel vacío llega a la nave de Enciso, con su perro Leoncico, Su valor en las batallas y en especial contra el cacique Cemaco, que lo llamaría luego "Tiba Blanco", intrepidez y carácter jovial, unido al conocimiento de aquellas tierras, le granjearon el respeto y la admiración de la mayoría de los hombres. Había al fin tomado el mando del Darién. 

  Otra de las cosas que lo había ayudado, era el decirle a Enciso que gobernaba en tierra de Nicuesa. Sobre Balboa, dice la historiadora Romoli:"Muchos grandes hombres habían tenido unos humildes comienzos y otros triunfaron tardíamente, pero de fijo ninguno salió hacia la inmortalidad metido en un barril". (5) Los poderes dados a Enciso no fueron reconocidos por los expedicionarios, diciendo que sólo obedecerán a Nicuesa que no se encontraba allí. A finales de diciembre de 151O llega Rodrigo Colmenares con un bergantín de suministros de La Española, y órdenes de que todo el golfo de Urabá quedaba bajo el mando de Ojeda y que la gobernación de Veragua entraba en dicho límite. Nicuesa no tenía nada que ver en el mando de aquellos hombres. Las divisiones vuelven a renacer. El regreso de Nicuesa se esperaba y no les agradaba, porque era un hombre con muchas ambiciones. Al ir al Darién, fue recibido sin pompa ni respeto, y se le informó que no le aceptaban como gobernador; que volviera por donde había venido. El l de marzo de 1511, Nicuesa y quince de sus hombres se hicieron a la mar en un pequeño bergantín, y nunca más se supo de ellos. Enciso decide regresar a La Española en el barco de Colmenares, para desde allí ir a la corte a informar de lo sucedido. Balboa envía a Martín de Zamudio y al regidor Juan de Valdivia. El primero va a la corte llevando un bello regalo de oro al rey Femando, y un informe donde se explicaba todo lo sucedido con Enciso y Nicuesa. Mientras que Valdivia regresa con suministros y armas. El veedor Quicedo enviaba una carta al rey, que contenía todo lo relacionado desde que habían salido de España, y la fundación del Darién. 

  Balboa al irse Zamudio queda como alcalde, era el 4 de abril de 1511. Se decide reconocer a los diferentes poblados cercanos y establecer rescate con ellos. Los indios hablaban de un "Tiba Blanco" hombre invencible, de dotes extraordinarias, que había sido enviado por los dioses. Esta leyenda le vino muy bien a Balboa. Los indios se sometían más pacíficamente. 

  Llega a los dominios del cacique Careta, que al principio lo atacaría, pero más tarde terminan amigos y colaborador de los españoles. Le ofrece su hija de trece o catorce años a Balboa. Según aquellos que la conocieron, joven india evocadora, de gran belleza, exótica. Viviría con él hasta sus finales días, Las Casas, diría de ella: "Esta quiso a amó a Vasco Núñez mucho". (6) 

  El rey al recibir los informes del veedor Quicedo y de Zamudio, y en especial el regalo de oro y otros objetos, queda impresionado por la riqueza de la Tierra Firme. Dejaba sin efecto los edictos anteriores sobre Urabá a Ojeda y nombra a Balboa en el cargo de gobernador del Darién. Enciso recibía órdenes de regresar a España. 

  Se empieza a levantar el poblado, se trazan sus calles. Se mantiene buenas relaciones con los caciques cercanos, los cuales se comprometen en cultivar la tierra. Las pequeñas expediciones armadas y de rescate dan resultado, pero no es fácil, algunos caciques se baten valientemente contra los españoles. Ellos temen los ataques de caballería, y en especial a los perros que en sus ataques los destrozan. De todos los perros el que más se distinguía era el perro de Balboa, el famoso Leoncico. Se le pagaba a Balboa, el sueldo de un soldado por su valentía. 

  Balboa trataba con respeto a los indios, pero cuando eran atacados por estos, los batía con fiereza, porque él lo que menos quería era estar combatiendo diariamente contra ellos, ya que perdía hombres y suministros. Si se les recibía muchas veces sin ser atacados, era por el respeto al "Tiba Blanco". Va pasando el tiempo y decide ir a la zona del cacique Comogre, al norte de Ponca. Al llegar los españoles quedan sorprendidos por sus construcciones y organización. Sería aquí donde por primera vez Balboa oye hablar sobre el otro mar. En una fiesta que se les ofrece, uno de los hijos del cacique ve a los españoles fajarse por el oro, al ver la codicia de ellos, les dice mostrando con su mano al Sur: "...caminad en esa misma dirección y en seis soles llegareis a un gran mar. Aquella gente come en vajilla de oro, allí navegan otras gentes con navíos o barcos poco menos que los vuestros, con velas y remos..."(7). Después de oír lo dicho por el hijo del cacique, Balboa decide estar más días para recoger más información, regresando a Santa María del Darién. Al llegar la situación era muy delicada porque las lluvias habían destruido los campos cultivados, y no habían venido refuerzos, ni suministros de La Española. 

  Se decide enviar el 13 de enero de 1512 al procurador Juan de Valdivia amigo de él a La Española en un bergantín, en busca de más hombres y suministros. Llevaba 15.000 pesos de "oro bueno" como se llamaba, para la corte. Con ello esperaba tener Balboa contento al rey y a sus enemigos. Pero por desgracia, la nave naufraga al norte de Urabá, en un lugar conocido por "Las víboras". Se pierde el cargamento más importante enviado de Tierra Firme a España. Al pasar los años se sabría por dos supervivientes que fueron encontrados por Hernán Cortés en Yucatán lo sucedido, pero aquella pérdida lo perjudicaría. Nunca él supo lo que había pasado a su amigo Valdivia. 

  Para Balboa estos años de lucha no habían sido inútiles porque había conseguido lo que muchos no habían podido. Primero establecer un asiento en Tierra Firme, y se vislumbraba en su destino el descubrimiento del famoso Mar del Sur, que nadie había podido encontrar. Lo que él nunca supo que todo lo conseguido, le costaría el odio, la traición y su propia vida. Sus relaciones con los indios fueron amistosas, consiguió amigos y no enemigos, lo logrado sería destruido poco tiempo después cuando aparece don Pedro Arias Avila, conocido por Pedrarias. 

  Al ver que no tenía noticias de Valdivia, desea ir en persona a España, pero sus hombres no lo dejan, la mayoría de ellos no querrían por que los indios lo respetaban y sus enemigos que eran bastantes, pensaban que se llevaría todo el oro acumulado. Es enviado Juan de Quicedo con informes al rey y solicitar al gobernador de La Española más suministros, y hombres para la nueva expedición en busca del Mar del Sur. Se le hicieron reparaciones a una carabela, y Colmenares como su capitán, y quince hombres parten. Pero lo que nunca pensaría Balboa, es que al llegar lo traicionaron, y lo acusaron de aventurero. Mientras tanto sus hombres en el poblado empiezan a conspirar contra él. Se salva esta vez de la prisión que se le pensaba imponer por su concubina india la princesa Anayansi, que sabe del complot por otra concubina de uno de los complotados. Balboa prende a los responsables de la conspiración, quedando el resto desconcertado por lo rápido que él había actuado. Estos mismos lo acusarían al pasar el tiempo. Llegan al fin los bergantines con la ayuda enviada por el gobernador de La Española, Diego Colón. Por Ocampo que es el encargado de los barcos se entera de la traición de sus dos enviados. Nombra a Sebastián de Ocampo su procurador en España. Envía una de las pocas cartas que se conservan hoy en día, fechada el 20 de enero de 1513. Se recibe la Cédula en donde el rey lo nombra en 1511 gobernador del Darién, un poco tarde. 

  Con Ocampo manda a La Española y a la corte la información que ha recibido de los indios de la existencia del Mar del Sur. Antes de hacer los preparativos del viaje tan soñado, tiene que mantener a los hombres siempre en activo para no darles tiempo a conspirar contra él. Se preparan otras expediciones de rescate en otras zonas un poco más apartadas. Trata de dejar organizado el Darién, en su ausencia. Han pasado los meses, y las cosas no han marchado bien, siguen faltando los suministros, pero así y todo decide dar el esperado viaje. Reúne a ciento noventa hombres, dejando el resto. Lo que no se prestaba para la expedición era la época, porque era invierno y mes de lluvias. Pero su destreza en el mando de los hombres y su audacia hizo que aquel fantástico viaje se realizara a través de montañ.as y ríos. Salen por fin y se dirigen a las tierras del cacique Careta, Allí deja parte de sus hombres, enfermos y heridos en los combates contra los indios. Con noventa soldados y dos sacerdotes sale en busca de lo desconocido. Llega a tierra del cacique Ponca, donde descansan cuatro días. El avance se hace con muchos obstáculos, había que atravesar caminos intransitables, ríos, montañas, los animales salvajes, los ataques de los indios, pero son las lluvias y las fiebres sus peores enemigos, los que más daño le hacen. En Torecha se tiene que enfrentar a unos indios bravos, que usaban flechas envenenadas. Se encuentran con indios vestidos de mujeres, y estos pagan con sus vidas. Siguen a las tierras del cacique Porque en las montañas. Cada día se van acercando más al lugar esperado. 

  Balboa deja algunos soldados enfermos en el último poblado indio de Quareca, donde habían tenido que combatir. Con sesenta y siete hombres emprendió el camino hacia las montañas de donde podía contemplar el mar. Era el 25 de septiembre de 1513, que es el día que se conmemora porque fue el que por primera vez los ojos de un europeo verían el Mar del Sur (Océano Pacífico). Andrés de Valderrábano deja constancia de ello, anotando el nombre de aquellos hombres que acompañaron a tan valiente capitán. La historiadora Romoli, dice: "Tal vez la lista de los descubridores se redactará después, pero es muy grato imaginar que fuera allí mismo, bajo la cruz verde alzada en lo alto del monte, donde Andrés de Valderrábano se sentara a escribir con clara letra los nombres de los sesenta y siete "caballeros e hidalgos y hombres de bien" que se hallaron en el descubrimiento de la Mar del Sur con el magnífico y muy noble señor el Capitán Vasco Núñez de Balboa, Gobernador por Sus Altezas en la Tierra Firme".(8) 

  El bravo capitán había alcanzado lo que no había sido posible a otros exploradores, ser el primero en ver el Mar del Sur. Un Te Deum se entonaría allí mismo, y el clérigo Andrés Vera, se encarga de mandar a clavar una cruz. Ornar V. Garrison, dice en su libro sobre Balboa: "Contemplamos en la lejanía un gran golfo o bahía que penetraba en la tierra y más allá el mar austral". (9) Balboa se hinca de rodillas para dar gracias a Dios y en nombre de España toma posesión de aquel mar. Manda a cortar las ramas de algunos árboles, y graba en ellos el nombre de los Reyes de Castilla. Se levanta un acta por el notario Valderrábano. Después emprenden camino hacia la orilla del mar, entran en él, y clavan la bandera de Castilla. Después de descansar de la agitación del viaje, al cuarto día, el 29 de septiembre, deciden tomar posesión en el mar, y Balboa con veinte hombres, parte para Chape. Su perro Leoncico lo acompaña en todas las ceremonias, su inseparable compañero. 

 El fin de Vasco Núñez de Balboa todos lo sabemos. Los odios acumulados, las intrigas, la envidia, la traición, se habían acumula do contra él. No era sólo luchar contra los indios, los pantanos, y las vicisitudes, era algo más. Fue su éxito, y también su perdición, porque el nuevo gobernador Pedro Arias Dávila, le haría pagar con su propia vida y la de los más allegados a él, incluyendo a Leoncico. 

  Después de su muerte aquellos pueblos que le habían mostrado obediencia, serían diezmados por la avaricia de los oficiales de Pedrarias y de él mismo. Santa María del Darién más nunca volvería a ser importante, perdería su valor estratégico. En el año de 1525 Oviedo, conseguiría una Cédula donde se prohibía el abandonar la villa, pero ya era muy tarde. Sería completamente abandonada y sus vecinos se trasladaron a Panamá, como deseaba Pedrarias. 

  En su estudio sobre Balboa, Kathleen Romoli, termina con éstas líneas: "Que todavía Darién brille en el recuerdo de los hombres cuando otros asientos precursores yacen oscurecidos u olvidados, no se debe a los acontecimientos que en ella pasaron en el curso de los años en los que raramente se piensa, ni tampoco al hecho de que fuera la primera colonia continental en el Nuevo Mundo, ni siguiera a que los conquistadores "salieran de ella para todo lo que se hizo después. Darién perdura por Vasco Núñez. Si murió con Balboa, también con él, unidos e indisolubles en las hazañas, las derrotas y el recuerdo, que es el supremo galardón de la Historia". (10) 

  Las últimas palabras de Balboa a los presente en el momento de su ejecución, fueron: "Es una mentira y falsedad que se me levanta y para el caso en que voy. Nunca por el pensamiento me pasó tal cosa, ni pensé que de mí tal se imaginara. Antes fue siempre mi deseo servir al Rey como fiel vasallo y aumentarle sus señoríos con todo el poder y fuerza".(11) Fernández de Oviedo anotaría en su Historia: "E desde una casa que estaba diez o doce pasos de donde los degollaban (como carneros, uno a par de otro) estaba Pedrarias (escondido) mirándolos por entre las cañas de la pared de una casa o bohío".(12) 

  A continuación van a aparecer los nombres de los hombres que junto a Balboa llegaron a la Mar del Sur. Sus nombres aparecen en el acta notarial de Andrés de Valderrábano: 

Vasco Núñez de Balboa, Andrés de Valderrábano, Andrés de Vera(fray), Francisco Pizarro, Diego Albítez, Fabían Pérez, Bernardino de Morales, Diego de Texeira, Cripstóbal Valdebuso, Sebastían de Grijalba, Johan Espinosa, Benito Durárt, Antonio de Baracaldo, Cripstóbal Daza, Alonso de Guadalupe, Remando Hidalgo, Bemardino de Cienfuegos, Francisco de Avila, Johan de Velasco, Andrés de Molina, Pedro de Escobar, Francisco Pesado, Remando Muñoz, Johan Rubio de Malpartida, Alvaro de Bolaños, Pascual Rubio de Malpartida, Luis Gutiérrez, Johan Mateos, Martín García, Johan Ferrol, Alonso Martín (asturiano),Pedro de Orduña, Francisco González de Gadacama, Alonso Sebastían, Maestre Alonso de Santiago, Cristóbal de León, Johan Gutiérrez de Toledo, Johan Gallego, Ñuflo de Olano (negro), Alonso Ruiz, Francisco Martín, Johan Vegines, Gregorio Ponce, Cristóbal de Robledo, Johan de Portillo, Johan García,(marinero),Pedro Fernán dez Aroche, Pedro Martín Palos,Rodrigo Velásquez, Francisco de la Tova, Johan Martínez, Johan García de Jaén, Francisco de Lentín, (siciliano), Francisco de Lucena, Hernando Díaz, Johan Camacho,Miguel Crespo, Francisco de Valdenebro, Matheo Lozano, Johan del Puerto, Martín Ruíz, Andrés García de Jaén, Diego de Montehennoso, Miguel Sánchez, Johan de Beas, Johan de Medellín, Francisco de Arias. 

Notas: 

1.- Salmoral, Manuel Lucena. VASCO NÚÑEZ DE BALBOA: Descubridor de la Mar del Sur, Biblioteca Iberoamericana, Introducción,p. 5, Madrid, 1988. 

2.- Romoli, Kathleen. VASCO NÚÑEZ DE BALBOA. Descubrídor del Pacífico. Edit. Espasa-Calpe,S.A.Palabras Previas, p. 10, Madrid, 1967. 

3.- De las Casas, Bartolomé. HISTORIA DE LAS INDIAS, t.II. Biblioteca Americana, p. 564-65, México, 1951. 

4.- Romoli, p.75. 

5.- Ibid.p.71. 

6.- De las Casas. 

7.- Ibid. 

8.- Romoli,p .184. 

9.- Garrison, Ornar V. BALBOA CONQUISTADOR. Ediciones Grijalbo, S.A.p.212, Barcelona,1977. 

10.- Romoli, p. 387 . 

11.- De las Casas. 

12.- Fernández de Oviedo, Gonzalo. HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE LAS INIDIAS, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1959, 5 vols. 

Libros Consultados: 

Anglería, Pedro Mártir. EPISTOLARIO, Madrid, . Documentos Inéditos para la Historia de España, tomos IX-XII,1953-57. 

Martínez Rivas, J.R. VASCO NÚÑEZ DE BALBOA, Madrid, Protagonistas de América, Historia 16, 1958. 

René León Tampa, Florida, 1995 


Publicaciones de temas históricos del autor: 

HERNÁN CORTÉS Y LOS HOMBRES QUE LO ACOMPAÑARON A LA CONQUISTA DE MÉXICO (1987) 

LOS CHINOS EN CUBA (1980) 

LA GUERRA RACIAL EN CUBA (1988) 

LA TOMA DE LA .HABANA POR LOS INGLESES EN 1762 (1989) 

LA PRENSA EN MATANZAS.CRONOLOGÍA Y BIBLIOGRAFíA (1990) 

SAN CRISTÓBAL DE LA HABANA: DESDE SU FUNDACIÓN HASTA 1599 (1990) 

FERNANDO MAGALLANES. EL VIAJE INCONCLUSO (1994) 

LOS RESTO DE CRISTÓBAL COLÓN: (LUGAR DONDE SE ENCUENTRAN( 1997) 

LOS HOMBRES QUE VINIERON AL DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DE AMÉRICA (1998) 

CHARLAS SOBRE CUBA EN TIEMPO DE LA COLONIA (1868-1898), (1999) 

EL APRESAMIENTO DEL "VIRGINIUS" Y SUS CONSECUENCIAS (2001)

No hay comentarios:

Publicar un comentario