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martes, 15 de enero de 2019

¿Sabes de dónde viene la expresión pasar por la quilla?

Comentamos el conocido dicho, que tiene su origen en un terrible castigo que se practicaba en tiempos antiguos

MUSEO NAVAL
09/12/2018 05:00 H

En inglés, recibe el nombre de keelhauling. Fue un castigo impuesto a marineros y que también servía como forma de ejecución en algunos casos extremos. Aunque, comúnmente, se asocie con el mundo de la piratería, esta pena podía ser aplicada por delitos muy graves (como el motín a bordo o la cobardía ante el enemigo), estuvo permitida en la Marina holandesa hasta 1853 y fue utilizada también por la Royal Navy británica.

Veamos entonces en qué consistía esta terrible práctica que, muy a menudo, conducía a una muerte segura: el marinero convicto era atado de pies y manos con cabos que recorrían el navío de un lado a otro pasando por debajo de la quilla. Para entendernos, la quilla es al barco lo que la columna vertebral es al esqueleto, es decir, una pieza longitudinal de madera o acero (desde donde nacen las cuadernas), que va de popa a proa del barco y en que se asienta toda su armazón. El condenado era arrojado por la borda desde un costado del barco y arrastrado por marineros por debajo del navío, restregando su cuerpo de esta forma contra la citada quilla hasta el otro lado.

Aparte de la forzada inmersión, si ésta se realizaba de forma rápida, el roce contra los crustáceos adheridos al casco, conocidos como cirrípedos y a los que solemos llamar percebes y bellotas de mar (que recubrían esa zona del navío), provocaba graves heridas cortantes a la persona que sufría el castigo, eso sin contar con las astillas de la madera del propio casco del barco. Si por el contrario el arrastre era lento y con menos fricción, el marino corría peligro de morir ahogado.

Los orígenes de este suplicio son difusos y hay teorías que afirman que ya se practicaba durante el Imperio Romano. De todos modos, la práctica de esta clase de castigos tan elaborados o complejos en su maniobra, no era muy común y se hacía uso de los mismos en ocasiones realmente especiales y cuando la tripulación tuviera el suficiente «tiempo libre» como para poderobservar todo el proceso.

De esta espeluznante práctica nos ha quedado la popular expresión «pasar por la quilla», lógicamente para referirnos a la conveniencia de eliminar o apartar a una persona que nos es especialmente molesta.

Ven al Museo Naval de Ferrol y te contamos más cosas (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 horas; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30). Más información en la web del museo http://armada.mde.es/museonavalferrol y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es

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