Por Antonio A.
Acosta
Llegó la primavera; Llegó
la primavera,
todo reverdece con la nueva estación, sabemos que es tal vez la flor de un día;
y natura muestra su evidencia. música de alas en febril conmoción;
Llegó la primavera con su esencia que es esplendor,
capricho y emoción,
y con la Pascua de Resurrección. a veces realidad, y
a veces fantasía.
Llegó la primavera; Llegó
la primavera,
se despide marzo, ya es abril. el pasado aparece con
premura,
Hay fiesta de gala por los valles, se abren de
entusiasmo nuevas brechas,
y en ofrenda de espigas y detalles, almacenando agravios
y recordando fechas,
del jardín han brotado rosas mil. donde anochece
sublime la ternura.
Llegó la primavera; Llegó
la primavera,
emociones y entusiasmo por doquier, que a mí se me antoja femenina,
la oruga se torna en mariposa, con
sus caprichos propios de mujer,
el capullo se convierte en rosa ya que es hecha por Dios y así ha de
ser
y así el campo parece renacer. la obra más perfecta y más divina.
Llegó la primavera Llegó
la primavera,
con su eterno brillo y esplendor. el surco se ofrece
a la semilla;
Brindemos por la gran Naturaleza, se cubren de flores
los patios del regreso,
y haciendo reverencia a su belleza, y el viento del norte
esculpido en beso
entonemos los salmos del amor. llega jubiloso a la otra orilla.
Llegó la primavera Llegó
la primavera,
y con ella ilusiones y esperanzas. y las risas
infantiles son tan bellas
¡Qué el Señor nos toque en lo profundo que hacen eco en los montes y
los llanos.
para acabar por siempre en este mundo Las risas infantiles tienen
manos
con rencores, odios y venganzas! para alcanzar de noche las estrellas.
Llegó la primavera; Llegó
la primavera;
todo es más colorido en su brillar, ¡cuán generoso eres
Dios divino!
las estrellas parecen más cercanas Y enséñanos Señor de
qué manera
y se hacen de pronto más humanas podemos rescatar
nuestro destino,
las ansias legítimas de amar. si
esto pudiera hacerse tan siquiera.
Llegó la primavera,
el alba de la vida se hizo empeño,
nuestras pupilas se impregnaron de sol,
la penumbra se pinta de arrebol
y no queremos despertar del sueño.
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