Juan
de Oñate fue el primer gobernador de Nuevo México y uno de los dos únicos hombres que encabezaron
Una
expedición al Valle Verde (Verde Valley). Oñate hizo el relato después de su
visita al tesoro de oro, plata y cobre que se podía encontrar
en
las Colinas Negras. Sin embargo, al igual que su predecesor, Antonio Espejo, no
dejó mapa alguno.
Veintitrés
años antes de que los peregrinos del “Mayflower” celebraran su “Thanksgiving”
en Massachussetts, ya los colonos españoles habían celebrado el primer “Día de
Gracias” en Texas. De acuerdo con el Dr. H. Timmons, de la Universidad de El
Paso, un grupo de 400 españoles procedente de Chihuahua, México se dirigía a
Santa Fe, Nuevo México, con caballos y ganado.
Cinco días
antes de alcanzar el Río Grande, se quedaron sin agua. Los caballos, el ganado y los expedicionarios
capitaneados por Juan de Oñate llegaron, al parecer, cansados como fantasmas y
con los ojos desorbitados por la sed.
Cuando por fin toparon con las aguas ansiadas, hombres, mujeres, niños y
animales se lanzaron al río para absorber el líquido más codiciado de todos.
Después de
10 días de recuperación general, según relata Gaspar Pérez de Villagra en su
diario, escrito 12 años después: “El día 30 de abril de 1598 y a corta
distancia de El Paso, nos reunimos todos los sobrevivientes alrededor de una
gran hoguera, donde se asaba pescado, carne y fruta, para rememorar lo sufrido
y para agradecer al Señor el feliz resultado de tanta agonía”.
Aquella
fecha debería marcar algo decisivo en el calendario americano. ¿Qué les parecería
a los españoles si el 30 de abril fuera proclamado como “El Día del Emigrante”?
Pintura de
Frederick Remington
La relación de
los fabulosos tesoros hallados en el Norte comenzó con el viaje de Francisco
Vázquez Coronado a través de Arizona y Nuevo México, en 1540, en busca de las
Siete Ciudades de Oro, que se decía incluían las poblaciones de Cibola y
Quivira. Era una leyenda que los españoles habían traído con ellos desde
España.
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