Monumento
en West New York, NJ
Por Antonio A. Acosta
Sí, soy conservador, y a mucha honra.
Conservo la fe Cristiana y el amor a la patria que me vio nacer. Conservo los valores familiares que adquirí
de mis antepasados. Conservo el
acendrado respeto hacia Dios y el valor raigal de la amistad. Conservo la enseñanza que aprendí de niño de
rechazar todo tipo de discriminación, ya sea por colores, nacionalidad, raza o
cualquier otra razón que divida o separe a los seres humanos.
Conservo la imagen inmaculada de Jesús Cristo
como nuestro salvador. Conservo la
esperanza de que la isla del maltrato y el silencio; el terruño adorado y
distante del Jardinero de la Rosa Blanca, muy pronto será libre y
soberana. Conservo la firmeza que el
comunismo ateo y genocida un día será erradicado de la faz del universo. Sí, conservo el respeto a los hombres y
mujeres que le dieron la libertad a Cuba a finales del siglo XVIII. Conservo la firme determinación de seguir
luchando por todos los medios a mi alcance para eliminar la tiranía que por más
de medio siglo continúa subyugando a mi patria, binomio de cocodrilo y
gardenia.
Conservo mis raíces y el propósito de no
olvidar jamás mi hermosa tierra cubana donde sus palmas reales hoy provocan mi
nostalgia y mi amor sublimado, y si el Todopoderoso me lo permite, espero
regresar a mi país, quizás para decirle adiós definitivamente frente a la tumba
de mis padres y mis hermanos.
Todo esto será posible con la ayuda de
Dios. Y por último un ruego Señor: Devuelve la fe a las ovejas descarriadas para
que regresen nuevamente a tu rebaño.
Esperamos por ti.
10 de octubre de 2013
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