Recuerden – Remember El Virginius
Han pasado ya 140 años de la captura del
barco expedicionario cubano “Virginius” en aguas territoriales inglesas por la
fragata española “Tornado” a finales de octubre de 1873, y llevado con la
tripulación y expedicionarios a Santiago de Cuba, el 1 de noviembre.
La plaza de Santiago gritaba de alegría
por su captura, las iglesias redoblaban sus campanas, sólo se oían gritos
“Muerte a los traidores”, “Viva España”. El pueblo de Santiago de Cuba pedía la
sangre de los revolucionarios. Los principales eran los Voluntarios españoles y
los miembros del “Casino Español. El obispo había ido al palacio del gobernador
para felicitarlo por tan buena noticia.
El “Virginius”, que conducía una expedición a Cuba con hombres y
armas, había sido capturado en aguas internacionales cerca de Jamaica, por la
fragata española “Tornado”. Tras el apresamiento, sus 53 expedicionarios y
miembros de la tripulación fueron conducidos todos a prisión y posteriormente
fusilados, incluido su capitán Joseph Fry, de nacionalidad norteamericana.
Entre los fusilados había ingleses, norteamericanos y cubanos. Este incidente
pudo haber sido motivo suficiente para que los Estados Unidos de América
declarara la guerra a España. El Secretario de Estado Hamilton Fish no
simpatizaba con la causa cubana y nada hizo por detener los fusilamientos, en
lo que estaba influenciado por su yerno, que representaba los intereses de
España en Nueva York. De que los hay, los hay, en todos los tiempos.
El capitán Joseph Fry, veterano de la
guerra Civil en Estados Unidos, había servido en la marina sureña. Nacido en
Tampa, por cosas del destino se ve involucrado en la expedición, acabando ante
un pelotón de ejecución, como casi todos los hechos prisioneros en el buque. Sólo
se salvaron algunos de los tripulantes. Los demás fusilados fueron los jefes de
la expedición y otros cubanos más. Se salvaron de ser fusilados 102 miembros de
la expedición que fueron llevados a New York en la fragata “Juniata”, de la USN (Marina de Guerra
estadounidense).
El caso por el apresamiento y el posterior fusilamiento, fue
estudiado por los abogados especializados en leyes marítimas, y todavía hoy se
sigue analizando por su naturaleza. Muchas de las informaciones de lo sucedido
en Santiago de Cuba, no las dio a la publicidad el Departamento de Estado, por
orden de su Secretario Fish. Han pasado muchos años y los historiadores que no
investigan, que sólo repiten lo que otros han escrito, le dan el honor al
capitán de la fragata inglesa “Niobe” al mando de Sir Lambton Lorraine. Sobre
Cushing nadie dice nada por la sencilla razón que no le importó a nadie. Un
historiador cubano, el Dr. Herminio Portel-Vilá (†), en su libro sobre Las
relaciones entre Estados Unidos y Cuba, fue el primero en comentar sobre lo
pasado, seguido después por historiadores como Ralph J. Roske y Charles Van
Doren, y el capitán Jorge Navarro (†).
Cuando el barco es llevado a Santiago de
Cuba, los cónsules de Estados Unidos y de Inglaterra interceden por todos los
prisioneros, siendo ignorados por el jefe militar de la plaza brigadier Juan
Nepomuceno Burriel, quien sólo deseaba aplicar un castigo severo contra aquéllos
que peleaban contra el régimen colonial español, y complacer así a los miembros
del “Casino Español” y Voluntarios españoles; ellos pedían sangre y él se las
dio. El 4 de noviembre de 1873,
a las seis de la mañana, los jefes cubanos de la
expedición fueron fusilados y sus cuerpos arrastrados por mulas por la ciudad.
El 7 de noviembre, a las ocho de la mañana, son fusilados el capitán Fry y 36
miembros de la tripulación. El día 8 son fusilados 12 expedicionarios, entre
ellos los adolescentes Herminio de Quesada y Arturo Loret de Mola.
Joseph Fry se despide de sus compañeros |
El 8 de noviembre hacía su entrada en el
puerto de Santiago de Cuba la fragata inglesa “Niobe” al mando del Sir Lambton
Lorraine, quien solicita, después de hablar con el cónsul de su país, una
entrevista con el gobernador Burriel, en la que le pide se suspendan los
fusilamientos de los ciudadanos ingleses. Él no menciona para nada a los otros
expedicionarios. En el relato de lo dicho por él al gobernador, según Emilio
Bacardí en sus Crónicas de Santiago de Cuba, a Lorraine se le atribuyen
palabras que fueron en realidad pronunciadas por el capitán Cushing en su
entrevista con Burriel. Pero hay que recordar que Bacardí no menciona para nada
en su libro la entrada en Santiago de Cuba de la fragata “Wyoming”. Me parece
que sería por preferencia del inglés al americano.
En junio de 1873 le fue dado el mando del
USS “Wyoming” al capitán y héroe de la guerra de Secesión, William B. Cushing,
conocido por “Albemarle”, por ser el que prepara un plan para hundir con una
mina el acorazado de la marina sureña “Albemarle”. El “Wyoming” es enviado a
Aspinwall (Panamá), dada la situación política en que se encontraba el país. Al
llegar, empieza a preparar a sus nuevos marinos para cualquier emergencia. El 8
de noviembre recibe un cable del cónsul en Kingston, Jamaica, en el que se le
informaba que la vida de ciudadanos americanos estaban en peligro en Santiago
de Cuba. Sin esperar órdenes, el capitán Cushing manda levar anclas, y navega hasta Kingston, para saber si el
barco “Virginius” era de bandera americana, lo cual se le confirma. (El
“Virginius” utilizaba la bandera de Cuba y de los Estados Unidos, pero estaba
registrado como de Estados Unidos).
Navega hacia Santiago de Cuba y ordena a
toda la tripulación que se prepare para el combate, y hace su entrada en el
puerto. El piloto del puerto, en el remolcador “Fenix”, lo lleva a fondear
cerca de los cañones del Castillo del Morro. Eran las cuatro de la tarde del
sábado 15 de noviembre. Recibe la visita del cónsul americano, que le informa
de la situación, y que después de la llegada de la fragata “Niobe” habían
parado los fusilamientos. A las 8 de la mañana del domingo 16 sube a bordo el
capitán Lorraine, que pasa a informarle acerca de los fusilamientos y de su
entrevista con Burriel. Para aquéllos que ignoran o lo quieren ignorar, se da
por fundada la omisión por parte de Bacardí respecto de la entrada en Santiago
de Cuba del “Wyoming”. En el libro Steamer “Virginius” incident November 1873,
en inglés y español obra la siguiente nota:”COPIAS FOTOSTATICAS DE LOS INFORMES
DEL COMANDANTE SIR LAMBTON LORRAINE, BARCO DE S.M.B. “NIOBE”, SOBRE LA ACCION TOMADA PARA
PROTEGER A LOS CAUTIVOS DEL BUQUE AMERICANO “VIRGINIUS”, QUIENES FUERON
CAPTURADOS POR LOS ESPAÑOLES Y LLEVADOS A SANTIAGO DE CUBA EN NOVIEMBRE DE 1873”
Dedicatoria: “PRESENTADAS AL SEÑOR EMILIO
BACARDI POR LOS LORES COMISIONADOS DEL ALMIRANTAZGO”.
En el libro aparecen todos los cables que Lorraine mando al
Almirantazgo desde su llegada a Santiago de Cuba. En la página 61 en la versión
en español dice: “El vapor “Wyoming” de Estados Unidos llegó aquí el 16 del
corriente. Los barcos de guerra españoles que usted observará en la bahía son
el “San Francisco de Borja” y el “Bazán”, el barco de remos “Don Juan de
Austria” y dos cañoneras, una de las cuales está en reparación”.
En capitán Cushing manda una carta solicitando
una entrevista con Burriel. Al no ser concedida, ordena a toda la tripulación
prepararse a bombardear los cuarteles militares y el Morro, moviendo la nave en
posición de no ser atacados por los lados. Le manda otra mensaje a Burriel
donde le dice que o le daba la entrevista o empezaba a bombardear el palacio
del gobernador militar. Los españoles sabían de la fama de “Albemarle” –Cushing-
y sus actos atrevidos.
La entrevista fue concedida. Cushing bajó
a tierra acompañado del teniente Hutchins. A su llegada, Burriel trata de darle
la mano, cosa que él rehuye (según los historiadores, le dan el crédito a
Lorraine, lo cual no fue verdad. Pero las historias se escriben con
exageraciones, y no muchas veces trasuntan
la verdad).
Con
autoridad le dice a Burriel que los fusilamientos tenían que cesar o: “In that
case, Sir, I must request all the women and children be removed
from the city. I would not
harm them”. Hay que conocer el carácter de los ingleses en su manera de pensar
y más en aquellos tiempos, en los que existía tanta diplomacia. Quizás él
esperaba a tomar una buena taza de TE antes de tomar una decisión tan drástica.
Mientras que Cushing no pensaba en eso, sino sólo en demostrar que estaba allí
para dejar las cosas bien claras. Él lo resolvía todo a cañonazos. Al terminar
la entrevista, Burriel prometió que los fusilamientos serían detenidos. Fue el
teniente Hutchims quien contó la historia a los periódicos de Estados Unidos.
Burriel, con otros oficiales, se fue a La Habana para informar al gobernador: se puede
decir que estaba acobardado.
En Washington, el corre, corre fue
tremendo. Fish ordenó el envió de un oficial superior de Cushing a Santiago de
Cuba, por miedo a que empezara a bombardear la ciudad y rescatar a los
expedicionarios. Y así evitar un acto de guerra. Es enviado el comandante
D.L.Braine, de la fragata “Juniata”, USN a fin de hacerse cargo de la
situación.
Al momento que se movilizaba el “Wyoming”,
hacía su entrada en el puerto una fragata de guerra francesa, que al solicitar
una entrevista con las autoridades españolas le es negada, y su capitán se
entrevista con Cushing, para quejarse de la actitud de las autoridades. La
respuesta de Cushing fue: “Capitán, empiece a bombardear la plaza o váyase para
Martinica”. El capitán francés le responde que regresaba a Martinica y le
dejaba el bombardeo a él.
El capitán William B. Cushing, por su
atrevida actitud en defensa de los expedicionarios, fue reprendido por las
autoridades navales en Estados Unidos. El secretario de Estado Hamilton Fish
hizo todo lo posible por que nada sobre la crisis fuera conocido en el país. A
su regreso a Estados Unidos, Cushing fue destinado a un puesto de oficina. Al
pasar los meses, su estado de salud se fue empeorando, por razón de las heridas
recibidas por sus actos de valentía en la guerra de Secesión. Fue internado en
un hospital mental, que eran los únicos que en aquellos tiempos se conocían, y
fallece al poco tiempo. Muchos pensaron que fueron las medicinas dadas lo que
lo empeoraron. Igual suerte tuvo al pasar los años, cuando la voladura del
acorazado “Maine”, el oficial que se creía responsable en el sabotaje, ya que muere
enloquecido en un hospital mental.
Del “Wyoming” se realizaron reparaciones y
su mando fue dado, pasado el tiempo, a otro oficial. Pero su nombre ha sido
honrado por la Marina. Nunca
es tarde para honrar a los héroes como el Comodoro William B. Cushing
“Albemarle”, U.S.N.
Nota: En mi libro sobre Cushing, que fue
publicado en español y espero que el año que viene en inglés, pude contar con
la ayuda de los historiadores Filiberto Henderson, Roberto Soto Santana
y Joaquín Sueiro.
Un hecho pasado cuando la guerra de independencia en Santiago de Cuba en 1873 fueron fusilados 5 miembros de la tripulacion y expedicionarios por orden del gobernador burriel. El odio de los expedicionarios fue muy grande y en especial por los voluntarios y el Casino Espanol. Este trabajo esta muy bien escrito y aporta mas datos de los que otros historiadores han escrito anteriormente. Felicito al senor Leon
ResponderEliminarSon Santiaguero
Remberto Rodriguez
Miami, Fla
NOTA PARA CORREGIR UN ERROR DEL SENOR REMBERTO
ResponderEliminarRODRIGUEZ:
Por error en el comentario del senor Remberto Rodriguez, dice que fueron 5 miembros de la tripulacion y expedicionarios. El error es que fueron 53 miembros de la Tripulacion y expedicionarios. Le damos las gracias al senor Rodriguez por su comentario.
El Editor
Muchas gracias por publicar mi reseña.
ResponderEliminarTe cuento que me parece sumamente digno de destacar el rescate que haces de estos personajes que no sólo conllevan al personaje central como en el caso del capitán Cushing (por cierto 'capitán' por ser un rango, en este caso militar, se escribe con minúscula como cualquier otro rango), sino que además de refrescar la memoria histórica, trae a colación a otros personajes que invitan la indagación. Te felicito. También es el caso del texto de Amerigo Vespucci y el origen del nombre de América. Gracias por todo ello y también por las interesantes aportaciones de los colaboradores.
Cariños,
Mariú
Rene:
ResponderEliminarSaludos.
Otro tremendo exito este ultimo volumen de Pensamiento.
Muchisimas gracias por mencionarme en tu magnifico articulo sobre el Comandante Cushing.
Un abrazo.
Joaquin
Los temas históricos casi siempre son muy interesantes, especialmente porque con el paso del tiempo algunos detalles se olvidan o surgen otros que esclarecen o confunden. ?Debo inferir, entonces, que fue un error ponerle el nombre de Lorraine a una importante avenida en Santiago de Cuba?
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