Muy
interesante el mensaje recibido de Joaquin Sueiro, sobre los chinos cubanos.
Una precisión: el monumento al que se refiere nunca
ha estado en el barrio chino habanero, sino en la esquina de línea y l en el
vedado, en un pequeño parquecito en el que yo estuve varias veces en los años
setenta, adonde cruzaba (cuando estaba por los alrededores) con el solo objeto
de leer la inscripción o dedicatoria que tiene este monolito de granito
negro grabada en su base. Recuerdo que para leer la inscripción había que
apartar con la mano los matojos que la tapaban, debido a que ese parquecito,
como la mayoría de las construcciones públicas en la habana, estaba descuidado
y olvidado.
Ahora, si lees los comentarios a
las fotos adjuntas correspondientes a ese monolito (sacadas de una página web
de dentro de cuba) tal parece que el monumento ha sido una ocurrencia comunista
y que el actual gobierno es el que va a inaugurarlo. Una insinuación, por
supuesto, tan mentirosa como canallesca. Ese monumento lleva puesto en su sitio desde el 10 de octubre de 1931.
ACLARACION:
Justamente en la esquina de las arterias citadinas de Línea y L, uno de los
puntos más concurridos del Vedado, se dan los últimos retoques al monumento que
rendirá homenaje a los chinos que entregaron su vida por la independencia de
Cuba.
“No hubo un chino cubano desertor. No hubo un
chino cubano traidor” Así resumía en sus palabras, grabadas en el monumento, el
patriota Gonzalo de Quesada. Hoy se verán en correspondencia con el tributo que
nuestro pueblo les otorga en este humilde parquecito de nuestro vedado
habanero.
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