Foto tomada de: Trabajadores |
Comentario de René León
El ex presidente de la Republica Dominicana Juan Bosch en el año de 1986
escribió un pequeño libro sobre el general dominicano que peleo en la guerra de
independencia de Cuba, Máximo Gómez, con el título de El Napoleón de las
Guerrillas.
En el número 8 del periódico Cuba
Libre que se publicaba en Buenos Aires, capital de la República Argentina,
bajo la dirección de J. B. Govin, estuvo dedicado al Jefe del Ejército
Libertador cubano, el mayor general Máximo Gómez, a quien el London News, llamaba “el Napoleón de
las guerrillas”.
Juan Bosch hace una comparación entre Napoleón Bonaparte y Máximo Gómez,
y dice: “Napoleón estaba considerado como el más extraordinario organizador y
jefe de ejércitos de todos los tiempos y los ingleses no eran dados a exagerar;
y además, a pesar de que fue el dios de las batallas, Napoleón terminó su vida
militar con la derrota que sufrió en Waterloo, de manera que no se llevó a la
tumba el laurel de general invicto, palabra que significa el que nunca fue vencido, y Máximo Gómez, en
cambio, convirtió en victorias todos sus hechos de armas, desde la primera
carga al machete dada en Cuba bajo su mando en Tienda (o Venta) del Pino el 4
de noviembre de 1868 hasta de la Demajagua –llamada por los españoles de Las Casitas-, cumplida el 15 de marzo de
1898, que fue el último encuentro de la increíble campaña de La Reforma; de manera que al volver la
mirada hacia atrás, a lo largo de más de treinta años, el general en jefe del
Ejército Libertador cubano no podía recordar una sola derrota en su historia de
soldado…El título de “Napoleón de las
guerrillas” no le quedaba grande, pues, al jefe de los mambises de Cuba”.
En la Revista Militar de Bélgica
de 1896, decía sobre la guerra en Cuba. Bosch toma este párrafo sobre la guerra
en Cuba: “El general domínico-cubano, en su marcha triunfal del Oriente al
Centro, y de allí a Occidente, ha trastornado de manera absolutamente radical y
completa el orden natural de la guerra moderna”.
Bosch toma otra referencia de un general europeo aparecida en una de las
publicaciones de Europa: “Anoche decía un viejo general en presencia de un mapa
de Cuba: Lo que ese general cubano ha realizado con su ejército es tanto más
original porque emplea todas las maniobras que desarrollaría un ejército bien
disciplinado, pero con más buena suerte y táctica que lo harían los mejores
generales europeos”.
La campaña de la Tea que inicio Gómez contra las propiedades de los
latifundistas y propietarios españoles y cubanos que colaboraban con España.
Como Gómez decía: “Combatir a España “todas las manifestaciones de su poder”,
“en su comercio, en sus industrias” .España tenía que sufragar los gastos de la
guerra en Cuba, pero esta vez sin industrias y comercios que aportaran ingresos
a su economía maltrecha. La política dio el resultado que él esperaba. Pero
como son todas estas medidas fue criticado por los cubanos que estaban
involucrados en la revolución pero que odiaban a Gómez, y le hacían una campaña
de critica Trataban por todos los medios de guitarle poder en los asuntos de la
guerra.
En una de sus partes en el libro, Bosch hace mención del Diario de Campaña de Gómez.” Máximo
Gómez había hablado en esa forma a un grupo de franceses, ingleses, alemanes y
norteamericanos, dueños de fincas de café, que se habían reunido con él el 3 de
agosto de 1896 para protestar por la orden de destruir los cafetales, liquidar
toda la actividad comerciar y paralizar toda clase de trabajo en la región
oriental productora de café, para protestar, en fin, de que a ello se les
sometiera al mismo régimen a que habían sido sometidas Las Villas y Camagüey
cuando el general en jefe del Ejército Libertador retornó a Oriente después de
haber paseado por Las Villas, Matanzas y La Habana la tea incendiaria que dejó
convertidos en cenizas los cañaverales y los ingenios, las estaciones de
ferrocarril y los cuarteles, las fincas de ganado y numerosos caseríos”.
En el Diario de Campaña,
cuenta Benigno Souza, ayudante de Gómez: “de pie en el gran secadero de café de
aquella finca” el general Gómez, lleno de ira, después de explicar que él tenía
que “combatir a España en todas las manifestaciones de su poder, y la combato
en sus ejércitos, en su comercio, en sus industrias”, agregó:
“Y no vale alegar que son ustedes ciudadanos extranjeros, franceses o
norteamericanos, porque para nosotros, ¡óiganlo bien!, no hay más que
ciudadanos cubanos, y más cuando carecemos de esa ciudadanía ante las naciones
de ustedes…Cuando ellas nos reconozcan, cuando llenen ese deber, podrán
exigirnos derechos”…
El general Máximo Gómez tenía lo que todo
hombre debe tener Grandes Bola. Más claro “Cojones.
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