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jueves, 1 de noviembre de 2018

LOS TRANVÍAS DE LA HABANA


Por Roberto Soto Santana,

de la Academia de la Historia de Cuba (Exilio) 

La ciudad de La Habana fue la segunda ciudad latinoamericana (después de la ciudad de México) en contar con un servicio de tranvías urbanos. La compañía del Ferrocarril Urbano de La Habana se constituyó el 5 de septiembre de 1857, durante el desempeño por José Gutiérrez de la Concha, marqués de La Habana, del cargo de Gobernador de la Capitanía General de la Isla de Cuba.
Las obras de construcción comenzaron el 20 de noviembre de 1857.
La línea inicial, que dependía de la tracción animal –mediante caballos-, comenzó a prestar servicios el 3 de febrero de 1858,  discurría por los muelles habaneros, y solo conducía equipajes y productos perecederos.
El 20 de septiembre de 1859 se añadió el transporte de pasajeros.
En 1862, la línea discurría entre la calle San Juan de Dios, en la Habana Vieja, y el Paradero del Cerro.
En 1863, se fusionó con otra compañía de transporte de pasajeros para formar la Empresa del Ferrocarril Urbano y Omnibus de La Habana (de la que se reproduce el facsímil de una acción de 500 pesos, del año 1876).
En 1865, ya operaba con 32 vehículos de pasajeros y 16 de carga, sobre 17 kilómetros de traviesas.




La foto, de 1890, permite ver al fondo la fachada del mercado de Tacón (posteriormente conocido como la Plaza del Vapor), que ocupaba la manzana limitada por las calles Galiano, Reina, Dragones y Águila.
            En La Habana de 1859, su primer ensanche en dirección Oeste consistió en 105 manzanas de 100 metros de lado cada una, sobre terrenos propiedad de José Domingo Trillo: las calles paralelas a la costa, con números impares del 1 al 29; las perpendiculares, con números pares del 2 al 30-.
El subsiguiente crecimiento también en dirección oriental, en terrenos propiedad del conde de Pozos Dulces, asignó letras (de la A hasta la P) a las calles de intersección con la línea de la costa –que terminó siendo el llamado Malecón-.
Para conectar ambos nuevos ensanches se designó a la Avenida Paseo, que hoy en día ya no es línea divisoria porque el nombre de Vedado terminó por hacerse extensivo a  ambos tramos
            A partir de 1873, la tracción en el tramo de línea del ferrocarril urbano que llegaba al Carmelo se puso a cargo de seis locomotoras de vapor, que tiraban de ocho vagones (una de cuyas imágenes, fechada el 6 de mayo de 1899, aparece a continuación)
El 14 de diciembre de 1898, apenas 48 horas después de la firma del Tratado de París, la Empresa explotadora del ferrocarril urbano de La Habana vendió en 1,472,000 pesos sus intereses a un consorcio de inversores estadounidenses, canadienses y franceses, que adquirió la propiedad de 71 tranvías, 6 locomotoras, 637 caballos, 182 mulas  y 64 kilómetros de vías.
Los nuevos dueños se reunieron en New Jersey y crearon, el 7 de enero de 1899, la Havana Electric Railway Company. El 4 de abril de 1900 dispusieron la compra de 110 coches eléctricos de Jackson & Sharp Co., de Wilmington (estado de Delaware), cuyo diseño fue reflejado en el Street Railway Journal de New York, del 4 de agosto de 1900) a través del siguiente dibujo:








La foto muestra uno de los coches fabricados con arreglo a este pedido, que contaba con un sistema de dobles troles (las pértigas o armaduras de hierro que sirven para transmitir a los vehículos de tracción eléctrica la corriente del cable conductor).
La compañía inauguró su primera línea eléctrica, que cubría el recorrido entre su paradero en el Vedado hasta la calle San Juan de Dios –en la Habana Vieja-, el 21 de marzo de 1901.
            La vista al fondo se corresponde con la Plaza del Vapor. La anchura de vías estándar era de 1,435 milímetros.
            En 1902, la Empresa constituyó una subsidiaria –Insular Railway- que en 1903 empezó a dar servicio con una línea suburbana hasta el contiguo municipio de Marianao.
            En La Habana Vieja, entre las calles Santa Clara y O’Reilly comenzó a operar en enero de 1904 un tramo elevado de las vías.

En el momento de su fusión con la Havana Electric Railway, Light & Power Company (HERL&P), en 1913, la compañía operaba 372 tranvías.
A lo largo de sus años de funcionamiento, todos los tranvías habaneros de pasajeros fueron modelos de doble tracción, de 32 pies de largo por siete pies de ancho (9.75 x 2.14 metros).
      

Cuando se inició la Depresión económica de 1929, en La Habana funcionaban 578 tranvías que cubrían 244 kilómetros de vías. Ya estaban en uso las populares “transferencias”, que por una fracción del costo de un billete permitían al pasajero cambiar de línea en determinados cruces y continuar recorrido, evitando así el pago íntegro de sucesivos billetes.            


Fuentes principales consultadas:
Nota bene: Las citas y reproducciones bibliográficas contenidas en el presente trabajo histórico se realizan –de acuerdo con la doctrina del uso justo (“fair use”) reconocida en U.S. CodeTitle 17Chapter 1 › § 107- única y exclusivamente con propósitos culturales, educativos, ilustrativos y divulgativos, completamente ajenos a fines comerciales y desprovistos de cualquier intención u objetivo de lucro.

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